He decidido escribir este correo, con recomendación de mi pareja, con el objetivo de encontrar tal vez respuestas y formas de actuar frente a una situación que me desborda y me desespera...
Ante todo, muchas gracias por leer este correo, vuestras opiniones son muy valiosas.
Hay momentos (en esta vida y desde que soy madre he aprendido que todo son fases tanto para l@s peques como para nosotras...) que pienso que mi hijo es muy difícil, que es distinto que otr@s niñ@s, más complicado de llevar y sobre todo que hago las cosas mal (y más culpabilidad me echo cuando pienso que esa etapa es fundamental para el desarrollo futuro de mi hijo).
Plantando el escenario... Leo acaba de cumplir 3 años el pasado febrero y ha tenido un hermanito hace 8 meses. Empezó a ir a la escuelita con 7 meses. Siempre ha tenido una atención particular como bebe (no lo hemos dejado llorar nunca) y al crecer (es el nieto mayor de 4 peques).
Al grano: Desde hace un mes, tengo una sensación de rechazo hacía Leo. Hemos entrado en una dinámica en la que cuesta mucho salir. Leo está CONSTANTEMENTE en contradicción conmigo.Desde que se levanta y hasta que se va a la cama, oigo la palabra "NO" salir de su boca 200 veces y estoy cansada. Sistemáticamente y para cualquier cosa es "NO".
Estoy replanteando mi autoridad porque creo que cedo - y he cedido - mucho para evitar rabietas, siempre negociando, con mucha creatividad e imaginación para llevarle de la manera más llevadera a lo que tiene que hacer (que no es lo que yo quiero sino lo que impone esa sociedad...).
Por las mañanas, tenemos el tiempo "contado" ya que llevo a Leo y a su hermanito a la escuelita antes de ir a trabajar y tengo que entrar a una hora fija. Pues Leo nunca quiere ir a la escuelita, nunca se quiere vestir, ni ponerse los zapatos nunca quiere acabar de desayunar, etc... y todas las mañanas hay que inventar mil y una cosas para que finalmente salgamos de casa con pocos llantos. Y eso agota nada más empezar el día. Y al llegar a la escuelita es otra vez NO y muchas veces llora cuando me vaya. Y así llevamos tiempo. Luego me cuentan las educadoras que Leo está fenomenal y dice él que le gusta mucho la escuelita y cuenta lo que hace, lo que come, etc... Que no es un problema de la escuela vaya. Y sin embargo, al día siguiente mismo escenario.
Cuando sale a las 16:00, no quiere ir al parque pero es que luego tampoco quiere salir del parque !!! No quiere ir a casa, no se quiere bañar ni cenar ni por supuesto tampoco quiere ir a la cama.
Y esos NO los tiene conmigo, porque con su padre, las babysitter o con los abuelos es mucho más fácil.
Yo ya he agotado la imaginación, las explicaciones que voy repitiendo todas las mañanas...Quiero romper esa dinámica y no sé como. Cuantas veces subo la voz y me aguanto una zurra, le visto con fuerza y le dejo llorar de rabieta. Y luego me siento fatal.
Tal vez haya algo de celo hacia su hermanito (más bueno el hermanito, con tan poca atención ya que todo rodea entorno a su hermano mayor), tal vez tengan que pasar por esa etapa de reafirmación si o si. Ojala se acabe pronto. Con tantos abrazos que le doy y le he dado, como puede ser "tan malo conmigo" que todo quiere contradecir...
¿Debería ser más autoritaria? ¿Porque ese "no" constante?
De todo se aprende y nos hacemos más fuerte con la experiencia pero dios como cuesta a veces.
Perdón por la chapa, solo contarlo ya me alivia un poco aunque sé que mañana volveremos a lo mismo. Si tenéis trucos, os lo agradecería mucho, tal vez algunas habéis pasado por allí y habéis encontrado una solución que me podría ayudar.
Un fuerte abrazo a todas,
Hola,
Yo aún no he pasado por ello, mi hija tiene 18 meses, pero se me ocurre que además de las muchas y buenas cosas que te aconsejen estas madres, no debes culparte por nada, pues por lo que cuentas le tratas con todo el amor y la paciencia que puedes.
En los centros de apoyo al las familias (CAF) están especializados en estos temas y pueden asesorarte y ayudarte gratuitamente. Pide cita en el de tu distrito, te sentirás mucho mejor y te aportará luz. También leer a Laura Gutman.
Un abrazo y muchos besos. La maternidad es una carrera de fondo, hermosa pero complicada.
Muak
Me identifico con muchas cosas ayer me fui a la cama pensando en como puede ser que sea yo la que prefiere limpiar y hacer cosas antes que jugar con él, todo cambia ellos cambian y en mi caso estoy cansada de no dormir más me dos horas seguidas sin patadas o sin que se enfade porque no lo abrazo,y rechina los dientes que da miedo cuando duerme, ha accedido a dormir en su cama pero regresa sobre las 4 jeje y vuelta a empezar.
También muchas cosas son no no no, sabe que me voy a trabajar y me dice que no le parece razonable que yo trabaje cuando ya no hay cole . . . Con esas palabras . . .
Nos ordena todo el tiempo y juega cosas de guerra por sus compañeros de clase, a veces pienso que sí no trabajara ahora estaría histérica. . . Pero luego también es el de siempre y yo su mamá de siempre y eso ocurre cuando yo me relajo y disfruto . . . No lo estoy tomando muy enserio desde hace un par de semanas y parece que accede.
El sigue creciendo, posicionándose, pronunciándose, reafirmándose es lo que le toca, está creciendo y yo a veces no soy la mejor compañía ni su padre pero vamos aprendido aunque sea un poquito . . . No se cielo, consejos . . . Diferenciar en nuestro día a día lo importante de lo esencial y de lo urgente.
También tiene tres años, tal vez la respuesta es que . . . Están en la edad ? Y nosotras también ;-)
Un beso y gracias por compartir . . . .y yo también necesito una madre alguien adopta:-(
"Cuanto me alegro" de qué hay otra persona en la misma situación. A veces pienso sería mucho más fácil volver a trabajar a que tener a dos peques en casa. Es agotador! Y aveces hago lo que estaba criticando toda la vida en otros padres: grito, pierdo los nervios y de vez en cuando me escapa la mano. Cuanto me odio por eso, pero está inaguantable a veces... Supongo que no tengo que entrar en detalle, ya sabes de lo que hablo ...
Pues, lo que yo intento para mejorar la situación es ser más estricta. Intento a no ceder, ser más consecuente. Aunque sean chorradas, les digo una cosa y la tienen que cumplir, ej sentarse en la mesa. Doy una aviso, dos, y al tercero o le saco de la situación ( a su cuarto ej) o tendrá sus consecuencias ( no ver la tele ej). La verdad es que funciona bastante bien. Y sobre todo intento explicar el porqué.
Mi problema es que aguanto, aguanto, aguanto y de repente exploto!
Hay días de " lucha" constante.
Pues, mi consejo para ti ( y para mi misma ) es, inténtalo con más firmeza, más consecuente. No digo con menos amor o cariño o paciencia, si no con más claridad. "No quieres ponerte los zapatos, pues entonces vas sin al cole" y hacerlo!!
sé que es muy duro
Pero a mi me funciona. respeta más mis palabras, cuando sepa que lo digo en serio, que tengan consecuencias.
Te mando mucho amor
Besos
Antes que nada decirte lo mal que me sabe leerte tan angustiada
Yo te conozco y sé perfectamente que el tema no está en tí... Aunque a veces pierdas la paciencia no es motivo para que Leo te tenga algo en contra.
Seguro que es algo normal...por supuesto afectarán los celos a su hermanito, pero es que es lo normal, no? Conociendo a tu hijo un poco como lo conozco, habiéndole dado tetita jiji sé que es un peque exigente que tiene claras sus necesidades y que la realidad le debe costar sintiéndolas en contra de sus deseos...es natural y sano por su parte expresarlo...justo está en la edad en la que el desarrollo le obliga a mirar hacia el mundo, quizá sienta el final de vuestro idilio...todo normal, aquí lo malo es lo que te hace sufrir a tí.
Lo único que se me ocurre es que podáis acompañarlo, además de con vuestra comprensión que usáis desde el primer día, con homeopatía o flores de Bach tanto para él como para tí...a nosotros nos funciona
Ya contarás
Muchos ánimos y muchos bsos a los 4...hoy en especial para vosotros dos.
Si que estoy de acuerdo en la recomendación de no personalizar en ti los problemas que Leo atraviesa ahora. Probablemente no sean si quiera problemas si no más bien fases que tiene que atravesar en su crecimiento. La época de Olivia de NO fue morrocotuda. Pero pasó. Creo (y hay expertos que lo demuestras y afirman) que los niños y las niñas necesitan decir que no para reafirmarse como individuos y demostrar/demostrarse que pueden hacerlo, que son seres diferenciados de mamá.
El resto está en ti, la culpa que late ahí y que reaparece cuando tiene espacio o hay confusión. Independientemente de que seas culpable o no lo importante es que tu te sientas culpable. Y el cansancio claro, la carga que llevan las madres en este contexto social que no ayuda y casi penaliza la maternidad. Parece que el sistema te dice: ¿No querías ser madre? pues aguanta esto y esto y esto y ...... Y las madres petan lógicamente. Pero no olvidemos que el problema no son los hijos, ni el crecimiento, ni nosotras sino la falta de espacio-tiempo :)Mucho cariño para los 4 y para ti en especial.
Ufff muchas cosas... y muchas, ya dichas...
Para mi la primera es que necesitamos como madres espacios para llenarnos y nutrirnos... llevamos una maternidad de mucha entrega, en la que nos cuestionamos mucho sobre cómo educamos y estamos con nuestros peques y no miramos cómo estamos...
La maternidad tiene muchas cosas maravillosas y muchas dolorosas/duras...
Qué diga No a todo es una etapa que tenga un hermano como influye.
Que pueda reafirmarse y ser él es un regalazo que va a tener Leo, otros niños los callan a bofetones y malas palabras, el lo necesita (y todos los peques) y sabe que su madre puede sostenerlo. Recuerdo que me pegaba y mi pediatra me dijo, sólo lo hacen los niños que saben que hay un vínculo sino no lo haría...Me quedé perpleja pero es verdad. Ahhh y recuerdo que la pediatra dijo que los 3 años es la separación con la madre y es una relación amor odio :))
Yo siento que la maternidad nos saca todo, lo mejor y lo peor y por supuesto nos saca la niña interna dolida y muchos temas no resueltos en nuestras vidas, insatisfacciones y demás...
Para mi la pregunta últimamente es qué necesito yo para estar bien? si yo estoy bien mi mundo alrededor funciona, todo fluye.
Quizás más que mirarle a él mira qué te está pasando con los No o si tiene que ver algo contigo... y también buscar momentos para ti, dos es mucho desgaste y esto también influye, y mucho... Mi experiencia es que miro fuera cuando realmente la mirada debería ser hacia mi interior.
Hola,
Comparto lo que dicen completamente, yo en cada conflicto que tengo intento aprender algo de mí, eso sí, fuera de los momentos de estrés y desesperación, así que con todo mi amor me gustaría añadir lo siguiente:
Yo he leído tu e-mail como si fuese tu hijo y lo que más me ha chocado es tu sensación de expectativa hacia Leo "con los abrazos que le das como puede ser tan malo contigo" . Y eso ya me ha hecho sentir (como tu hijo) que te tengo que dar algo a cambio de tu amor, y así te lo doy , te doy mucho stress y enfado y tristeza, (porque así luego tu me das un abrazo sintiéndote culpable.. doble juego)
Esto me hace pensar ( y hablo por mi también) que tenemos esta idea de criar de esta manera, crianza con apego o la que sea, pero creo que ninguna estructura o fórmula nos va a salvar del encuentro de la verdad con nuestros hijos. Por eso yo pienso que siempre hay que ir a lo real, al sentimiento real del momento, dejarte vivirlo, olvidarte de los libros y del dogma, porque sino lo va a tener que vivir él por ti. Y comunicarle tu sensación de rechazo en vez de reprimirla, involucrarlo en tu proceso, no alejarle, transmitírselo (esto puede ser simplemente cambiando la manera que le ves a él o al "problema") Y no sentirte culpable, porque él también puede jugar con ese sentimiento tuyo. Porque si le tienes que gritar y dejar llorar luego puedes abrazarle para compensar y explicar porqué lo has hecho pero no para pedir perdón y sentir culpabilidad. (Osho habla de esto en el libro del niño).
Yo siempre pienso que no existen los problemas, son sólo circunstancias que "vibran" en nosotros de una manera intensa. A tu hijo le pasarán mil cosas pero sólo hay unas cosas que vibran en ti, que las categorizas o les das un grado de importancia.
Este tema es difícil de abordar porque, sobrepasa esas intenciones/acciones amorosas y creativas con las que lo afrontas. Si, son fases del niño eso está claro, pero hay algo más, quizás preguntarte sin caer en ningún victimismo o culpabilidad alguna, a que estás tú diciendo que no, o preguntarte si tu luchas contra Leo es porque quieres que sea de una manera específica ¿? Quizás el se esté revelando contra eso mismo. ¿Y si dejases de luchar? Quizás desaparecería el problema ¿? Donde hay un problema hay una oportunidad, una luz, para trascender a la siguiente fase, tú y él, como en un videojuego.
Son sólo reflexiones que yo me haría, espero que encuentres la luz y pases de pantalla ;-) (nosotras te alumbramos con nuestras linternillas ,-)
PD: El discurso materno de Laura Gutman es muy interesante, lo recomiendo..
besos y bon nuit.
Hola,
Después de verte el otro día, puedo comprender tu agotamiento. Y no puedo más que recordarte la mano que siempre has tenido, lo bien que se lo pasan cuando jugabas con ellos. Así que no te preocupes, no eres tú. Son las circunstancias. Los meteoritos, que digo yo: tu vuelta al trabajo, el hermanito, las fases... Cualquier cambio revoluciona la vida de nuestros peques. Pero aquí están ellos para recordarnos qué es lo más importante y quién debe ser el centro del universo. Y si no nos habíamos dado cuenta de que les estaba afectando, ellos nos lo van a hacer saber bien hasta que recobren su equilibrio. El tema es que nosotras ya estamos muchas veces haciendo malabarismos en una cuerda floja y con el viento en contra, así que no es cuestión de dar consejos. Sólo desearte mucho ánimo, mucha paciencia y mucho amor.
Muuuuucho ánimo, LO ESTÁS HACIENDO MÁS QUE BIEEN!!!
Muuuuucho ánimo, LO ESTÁS HACIENDO MÁS QUE BIEEN!!!
El NO es constante y necesario a esa edad.Te sientes fatal por dejarle llorar la rabieta? Es que son para eso, no? Lo dice la misma palabra, para sacar la rabia, agresividades, emociones que no pueden gestionar... lo hace mi niño sin hermanito también... Lo hacen todos. Si no pasan por ahí... no es normal.
Y con quién se permite uno la rabieta? Con quien sabe que se lo va a aguantar... con quien más le quiere... Como con quién sacamos nuestras "mierdecillas"? Con quien más sabemos q nos lo aguanta... no? Así que tienes el súper lado positivo de que si lo hace más contigo es porque siente que eres quien más le proteges y amas. Y vas a estar ahí. Incluso también NOS PRUEBAN BUSCANDO DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE.... y ahí es básico que los papis mostremos seguridad en que ahí ya no se puede sobrepasar... donde tú decidas...
Bastante bien lo estás haciendo... trabajando, con dos, con un tipo de crianza tan entregada... y "comiéndote" los nervios... PRéMIATE por eso...
Creo que estás en un momento donde la vida te pone al límiiiiiiteee... y lo que sale sí es tuyo y de una conciencia global de las mamis con un tipo de crianza en la que me incluyo... y sale porque la vida te ha puesto súper al límite para verlo... y sale la culpa y saldrán más cosas... Mira a ver ese tipo de reacciones si están en ti en otros momentos y no los dejas salir... No sé... Es un momento superjodido... yo lo he vivido parecido, pero menos, hace poco porque estaba in so por taaa ble y pegón... y no estamos acostumbrados... Ha pasado una época tremenda y parece que ha suavizado... Me han dicho que cerca de los 3 años es lo peor. Y más si tiene un hermanito que le desplaza. Como si viene una mujer y es el centro de atención de tu chico te sentirías desplazada hiciera lo que hiciera para compensar...
Creo que a veces en este tipo de crianza nos hemos ido al otro extremo.
De no querer violencia a permitirles demasiado por no hacerles daño ni que aprendan a ser violentos.
Pero una perrita a su cachorro le retira con el límite bien claro, y el cachorrito entiende. Un animal a otro le pone el límite claro. Si estuviéramos más conectados con nuestra Naturaleza y menos con los "libros"... aunque también sean buenos.
Yo misma le preguntaba el otro porque no podía... y me saca de quicio y no sé cómo hacer sin castigos. De hecho quería buscar un libro que ahora os preguntaré a todas si lo tenéis...
Te mandamos muuucha FUERZA Y AMORCITO!!
Besazos!
Nosotros seguimos en esa etapa ayer bastante fuerte y hoy por la mañana. Pero de verdad intenta soltar y disfrutar, parece raro disfrutar de un momento de estrés pero tal vez es ésa misma situación desde otros ojos . . . No se, yo experimento, mi hijo sigue diciendo que no y enfadándose y yo queriéndole con locura pero recuerda que para que exista libertad debe existir un limite claro, respetuoso y armonioso, búscalo y muévanse dentro de él, respira y suelta, permítete, permítele.
Os leo a todas, muchas gracias por compartir.
Os leo a todas, muchas gracias por compartir.
Te mando fuerza y ánimo para seguir por donde vas y alejarte de esta etapa.
Son muchos inconvenientes que se afrontan mejor cuanto mejor está una. Así que yo buscaría ayuda para mi misma para empezar. Necesitamos perspectiva, distancia, fuerza para encontrar repuestas.
Es muy difícil, ya veo yo que dos es más que el doble de uno a veces.
Mi experiencia de uno me digo: límites y muy claros antes de que yo llegue al mío. Pero no he tenido un enfrentamiento tan abierto.
Sobre todo no llegar al agotamiento, buscar ayuda antes.
Qué buscan con el enfrentamiento: llamar la atención? El placer de conseguir hacer daño porque creen que lo mereces por lo que sea?
si no consiguen lo que buscan de esa manera buscarán otra mejor y dejarán de portarse así?
si la causa que les provoca ese comportamiento se elimina?
Me encantaría tener las respuestas correctas y poder ayudarte.
Mi hija, 2 años y que solamente es una, como la mayoría de nuestros niños, sabe lo que quiere y necesita decidir por si misma. Si lo que quiero yo coincide con sus deseos, solamente me funcionan dos cosas, las risas, hacer todo como si fuera un juego. Para ponerle la ropa, jugamos, a cosquillas, a que mal te huelen los pies, a lo que se me ocurra. También funciona, buscar una actividad que le mole, por ejemplo, ahora cuando salgamos podemos pasar por .... antes de ir al cole, un lugar que le guste mirar, y entonces se deja vestir encantada, eso si, lo que le decimos tenemos que cumplir.
Creo que podríais acostaros todos un poco antes y levantaros con mas tiempo, es muy jodido, lo se, la vida de unos padres trabajadores en Madrid es muy dura.
No hay nada malo en ti. Eso por descontado. Y yo me tomo rescue remedy cuando veo que me voy a desbordar. A veces funciona.
Otra cosa que de momento me funciona es decirle que mi cajita de paciencia se va agotando...además de validarle siempre lo que él quiere antes de decirle lo que vamos a hacer...y sí, rescue remedy!!
Otra cosa que de momento me funciona es decirle que mi cajita de paciencia se va agotando...además de validarle siempre lo que él quiere antes de decirle lo que vamos a hacer...y sí, rescue remedy!!
Hola!
Te aporto mi granito de arena, aunque mi niño no ha llegado a esa fase, yo he pasado por el no dormir más de dos horas seguidas durante un año. Una auténtica tortura.
Al fin he comprendido lo que dice Laura Gutman, te recomiendo que la leas...
Los niños vienen a traernos nuestra sombra. A ponérnosla ahí delante, para vernos y ayudarnos a crecer
También nos llevan al límite para que rompamos con él y evolucionemos.
Lo que he aprendido es
1- aceptación !!! No podemos luchar contra lo que nos muestran, ya sea el no dormir y las noches en vela o los NOS continuos.
Acepta esta fase suya. Y sólo acompáñale. Esa es nuestra labor: estar ahí. Intenta comprender de dónde viene o simplemente piensa que es una etapa suya de afirmación
2- busca que parte oscura de ti te muestra
En mi caso es- era la queja continúa . Me pasaba el día quejándome de que no duermo y que lo paso fatal. En vez de verlo con otros ojos
He aprendido a escucharle en su llanto nocturno y comprender sus pesadillas o su lo que sea que no le deja dormir e intento no quejarme tanto
Por su puesto he perdido los papeles más de una vez y me he sentido fatal.... No te culpes por ello , nos pasa a muchas. Yo intentó pensar que será la última vez que chillo antes de contar hasta 100 o respirar o relajarme...
Mucho ánimo
Yo hoy he vuelto a dormir fatal, se ha despertado cada hora.... No pienso quejarme....
Un abrazo a todas
Hola, a lo mejor no quieres ya leer más sobre el tema, pero no puedo evitar escribir porque me he visto en tu mensaje.
Lo de la culpabilidad parece un tema recurrente en las madres. Siempre buscamos la razón del porqué nuestros hijos se comportan de esta o aquella manera en algo que hemos hecho con ellos. Pienso que no hay nada que pruebe científicamente la relación directa entre algo que hemos hecho y sus consecuencias, así es que yo te diría que te relajaras pensando que cada cosa que haces con él lo haces porque crees que es lo mejor para él, desde el amor.
Lo de contradecirte… Esto tiene que ver con el tema tan hablado de los límites. Ellos necesitan eso, contradecir, desear lo contrario de lo que quiere mamá (sobre todo mamá). Está buscando su límite, hasta dónde puede llegar pidiendo, haciendo… etc, hasta dónde llega su existencia para hacerse a sí mismo. Enhorabuena porque tienes un hijo que está creciendo. Claro, que empatizar con esto, entender esto, a veces, y sobre todo si estamos cansadas es híper difícil y es normal que descargues la tensión acumulada (cansancio, enfados… ) de alguna manera. Lo que yo intento es canalizar la energía hacía otro lado (correr es buenísimo), aunque no siempre lo consigo. Y las rabietas son agotadoras, sí, pero no son malas, como tú dices: una fase. A veces es mejor acompañarla, que saque todo lo que tenga que sacar fuera (tensiones muchas veces que desconocemos de sus vivencias en otros lugares), que evitarlas. Otras veces, por nuestra salud, claro, es mejor evitarlas. Yo he observado que si Romeo está haciendo algo que sabe no me gusta me mira (yo lo que hago entonces es dejar de mirarle), que si le digo algo, sigue haciéndolo; sin embargo, si no le digo nada, para de inmediato. Entonces le explico que no le miraba porque eso que hacía me desagradaba. Otras veces no me puedo callar porque es cuestión de supervivencia. En los dos casos le explico lo que no me ha gustado y por qué. También he notado que cuando más nerviosa estoy o prisa tengo, más rabietas. Así es que aunque tenga muchísima prisa intento decirle siempre las cosas muy calmada. Y lo de levantarnos con tiempo, esencial!! Además ahora que no mama pide “tiempo con mamá juntitos en la cama” y es como su primera ingesta de energía para empezar el día.
También vamos marcando las actividades unas detrás de otra: si no se viste, no se desayuna... etc. Salvo excepciones, claro, fines de semana... Otra cosa que hago es decirle cómo me siento cuando escucho muchos "noes" suyos. Y la cosa cambia, me escucha, se calma. Yo hasta he llorado de agotamiento y seguramente de revivir cosas de mi niñez.
Leyendo lo que dices del hermano de Leo, me he visto reflejada: “más bueno el hermanito, con tan poca atención”. Que es lo que siempre han dicho mis padres de mi hermana pequeña. Que no tuvo la atención que yo tuve. Y eso me ha marcado y me marca mucho. Intuyo que no me supieron acompañar en mis celos. Y claro, que pienso que son celos lo que tiene Leo, muy normal, y entenderle y acompañarle súper necesario. Hacerle ver que entendéis porqué está así, que comprendéis sus sentimientos, decírselo.
¿Más autoritaria? Si te refieres a marcar más los límites, a lo mejor sí. Claros, sin engaños. Pienso que a veces adornarlos con imaginación también agota. Y que ellos hagan las cosas que nosotros queremos por miedo, pienso, no soluciona nada.
Y sí, soltarlo, ayuda. Ya has dicho tú que las cosas han cambiado desde que lo contaste. Cambiamos de forma de verlo y eso hace que cambie nuestra manera de pensar, actuar… Y ellos nos ven distintos y cambian también.
Lo de la culpabilidad parece un tema recurrente en las madres. Siempre buscamos la razón del porqué nuestros hijos se comportan de esta o aquella manera en algo que hemos hecho con ellos. Pienso que no hay nada que pruebe científicamente la relación directa entre algo que hemos hecho y sus consecuencias, así es que yo te diría que te relajaras pensando que cada cosa que haces con él lo haces porque crees que es lo mejor para él, desde el amor.
Lo de contradecirte… Esto tiene que ver con el tema tan hablado de los límites. Ellos necesitan eso, contradecir, desear lo contrario de lo que quiere mamá (sobre todo mamá). Está buscando su límite, hasta dónde puede llegar pidiendo, haciendo… etc, hasta dónde llega su existencia para hacerse a sí mismo. Enhorabuena porque tienes un hijo que está creciendo. Claro, que empatizar con esto, entender esto, a veces, y sobre todo si estamos cansadas es híper difícil y es normal que descargues la tensión acumulada (cansancio, enfados… ) de alguna manera. Lo que yo intento es canalizar la energía hacía otro lado (correr es buenísimo), aunque no siempre lo consigo. Y las rabietas son agotadoras, sí, pero no son malas, como tú dices: una fase. A veces es mejor acompañarla, que saque todo lo que tenga que sacar fuera (tensiones muchas veces que desconocemos de sus vivencias en otros lugares), que evitarlas. Otras veces, por nuestra salud, claro, es mejor evitarlas. Yo he observado que si Romeo está haciendo algo que sabe no me gusta me mira (yo lo que hago entonces es dejar de mirarle), que si le digo algo, sigue haciéndolo; sin embargo, si no le digo nada, para de inmediato. Entonces le explico que no le miraba porque eso que hacía me desagradaba. Otras veces no me puedo callar porque es cuestión de supervivencia. En los dos casos le explico lo que no me ha gustado y por qué. También he notado que cuando más nerviosa estoy o prisa tengo, más rabietas. Así es que aunque tenga muchísima prisa intento decirle siempre las cosas muy calmada. Y lo de levantarnos con tiempo, esencial!! Además ahora que no mama pide “tiempo con mamá juntitos en la cama” y es como su primera ingesta de energía para empezar el día.
También vamos marcando las actividades unas detrás de otra: si no se viste, no se desayuna... etc. Salvo excepciones, claro, fines de semana... Otra cosa que hago es decirle cómo me siento cuando escucho muchos "noes" suyos. Y la cosa cambia, me escucha, se calma. Yo hasta he llorado de agotamiento y seguramente de revivir cosas de mi niñez.
Leyendo lo que dices del hermano de Leo, me he visto reflejada: “más bueno el hermanito, con tan poca atención”. Que es lo que siempre han dicho mis padres de mi hermana pequeña. Que no tuvo la atención que yo tuve. Y eso me ha marcado y me marca mucho. Intuyo que no me supieron acompañar en mis celos. Y claro, que pienso que son celos lo que tiene Leo, muy normal, y entenderle y acompañarle súper necesario. Hacerle ver que entendéis porqué está así, que comprendéis sus sentimientos, decírselo.
¿Más autoritaria? Si te refieres a marcar más los límites, a lo mejor sí. Claros, sin engaños. Pienso que a veces adornarlos con imaginación también agota. Y que ellos hagan las cosas que nosotros queremos por miedo, pienso, no soluciona nada.
Y sí, soltarlo, ayuda. Ya has dicho tú que las cosas han cambiado desde que lo contaste. Cambiamos de forma de verlo y eso hace que cambie nuestra manera de pensar, actuar… Y ellos nos ven distintos y cambian también.
Vuestras palabras me ayudaron a reflexionar, a relativizar, a ver la situación de otra manera y eso me enseño a tomar distancia y ha funcionado.... Llevamos 2 días en conexión, en simbiosis, en fase. De repente, parece que sus deseos cuadran con los míos y es todo más fácil. Bueno no todo todo, pero ya el NO permanente se ha convertido en D'ACCORD (me habla en francés) y simplemente arrancar con ese OK ha ido a más y le he felicitado por hacerlo sin negarse y lo contenta que estaba y el resto ha fluido... Tal vez porque me he relajado, estaba más tranquila y lo ha notado. Ha sido más fácil llegar a un acuerdo,mi imaginación se ha abierto otra vez. Veo esa etapa como necesaria y buena. Y que saque esa rabieta de la forma que sea. Yo le voy a acompañar y aprenderemos...los dos...para crecer...los dos.
Me quedo con un trozo de cada una... Gracias por contestar y por compartir. Me han llegado vuestras palabras y vuestra confianza, vuestros ánimos también.
Gracias por el enlace que envías, lo que vive esa madre es exactamente la situación que vivo por la mañana y los consejos son buenos.
Sé que habrán más momentos en que pierda la paciencia y llegue a desesperarme pero creo que es importante saber tomar distancia para poder acompañar mejor. Y sí, hay celos allí, hay reafirmación, hay llamada de atención, hay "no me presiones", de todo un poco y de todo se aprende, y se crece, él y yo.
Os mando un abrazo muy muy muy fuerte y con mucho cariño,
LAS RABIETAS
Las rabietas son fuertes tormentas de sentimientos. Generalmente, ocurren porque el cerebro superior de los niños no está lo bastante desarrollado para afrontar las emociones fuertes de manera más aceptable socialmente. Como veremos, muchas rabietas son resultado de un auténtico dolor emocional, que debemos tomar en serio: el dolor de la impotencia, de la frustración profunda, de la pérdida, de la decepción o de sentirse incomprendido. Son pocas las rabietas que vienen motivadas por el deseo de controlar a los padres.
Debido a su intensidad, las rabietas no solo asustan al propio niño sino que provocan en los padres sentimientos de impotencia, ineptitud, agobio o la sensación de estallar. Esto es cierto cuando las emociones intensas de los padres no recibieron la respuesta adecuada cuando eran niños. Controlar los sentimientos propios mientrar dura la rabieta de un niño puede ser todo un arte. Es vital que la situación no se convierta en un asunto de ganadores y perdedores sino que el adulto mantenga la calma y piense en formas de afrontar los sentimientos del niño.
Datos: - El conflicto con los padres por comer y la comida dan cuenta del 17% de las rabietas de los muy pequeños. Las razones son complejas (detalles en otro capítulo, si a alguna le interesa el tema en particular avise y lo cito). - Estar atado al asiento del cohe o una silla puede activar el sistema de IRA del serebro inferior, y esa es la causa del 11% de las rabietas. - La ropa limita los moviemientos de niño, como lo hace la colocación en el cochecillo, y a eso corresponde el 11% de las rabietas.
¿Por qué las rabietas son importantes? La regulación emocional de los sentimientos del niño durante esa tormenta de emociones, le permite establecer conexiones cerebrales esenciales para el control del estrés y la confianza en sí mismo cuando sea mayor. Es posible que el niño demasiado bueno, que nunca tiene rabietas, haya aprendido muy pronto que, cuando expresa sentimientos desbordantes, recibe de los padres una respuesta espantosa y el precio del amor y de la aprobación de sus mayores es la obediencia total. Esto podría significar que cuando se enfrentase a la frustración en la vida adulta, respondería con estallidos de ira y con incertidumbre.
No todas las rabietas son un pulso de poder Muchas nacen de un auténtico dolor emocional. Es un error pensar que la rabia siempre tiene que ver con el control. Algunas rabias contienen un dolor terrible, como, por ejemplo, la frustración de no conseguir que los amados padres comprendan algo sumamente importante para el niño.
Cuando te enfrentas a un conflicto potencial, piensa si vale la pena empezar una pelea Imagínate que tienes dos años y que las personas de tu entorno controlan absolutamente todo lo que haces. ¿No te enfadarías? Piensa qué temas merecen una pelea )los comportamientos peligrosos, por ejemplo) y cuándo vale la pena dar un poco de rienda suelta a tu hijo.
Hay dos tipos de rabietas Llamo a primer tipo "rabieta de angustia" y al segundo, "rabieta del pequeño Nerón". Es importante tener en cuenta lo que sucede en el cerebro de tu hijo durante ellas, porque precisan respuestas específicas. Las rabietas del pequeño Nerón requieren que te apartes del niño, las de angustia, que te acerques a él para reconfortarlo y tranquilizarlo.
LAS RABIETAS DE ANGUSTIA Su estallido significa que ha sido activado uno de los tres sistemas de alarma del cerebro inferior el niño. Se trata de los sistemas de IRA, el MIEDO, y la ANGUSTIA DE SEPARACIÓN. Como resultado, el sistema de excitación del niño queda totalmente desconpensado y niveles excesivamente altos de sustancias estresantes recorren su cuerpo y su cerebro.
Las rabietas de angustia se producen porque aún no se han desarrollado en el cerebro del niño conexiones neuronales esenciales. Como padres, nuestro papel es consolar a nuestros hijos mientras su cuerpo y cerebro suefren estas enormes tormentas. Si nos enfadamos con los pequeños por tener una rabieta de angustia, es probable que dejen de llorar aunque esto significaría que se ha activado el sistema del MIEDO en su cerebro, reprimiendo su sistema de ANGUSTIA DE SEPARACIÓN. O, simplemente, seguirán llorando en silencio, y el nivel de cortisol, la sustancia química estresante, permanecerá muy alto. La angustia que no recibe consuelo inunda el cerebro infantil con niveles tóxicos de hormonas estresantes.
Los niños afligidos no pueden hablar ni escuchar Las dramáticas alteraciones que las rabietas de angustia causan en el cuerpo y el cerebro del niño suspenden sus funciones reflexivas y los centros verbales del cerebro superior. Así que intentar hablar con un niño mientras dura la rabieta de angustia, o esperar que él nos hable de sus sentimientos, es pérdida de tiempo. Lo único que puede hacer es descargar emociones.
Hay que tratar con delicadeza estas rabietas Se debe tomar en serior las rabietas de angustia y responder con compresión y sensibilidad al dolor. Así, el niño podrá desarrollar sistemas vitales para la regulación del estrés. Enfadarse repetidamente con la angustia genueina del niño significaría que este nunca llegue a desarrollar mecanismos inhibidores en su cerebro superior. Imaginemos a un hombre que pierde la paciecia fácilmente en los restaurantes, o que da patadas a la máquina expendedora que no funciona bien. Es posible que en su infancia no recibiera una crianza que le ayudara a controlar la rabia.
Cuando le niño subre una rabieta de angustia, el dolor se refleja en su cara. El niño de dos años que se returce en el suelo de la tienda porque quiere unos zapatos que no son de su talla, sufre emocionalmente. Se disparado uno de los sistemas de alarma de su cerecro, las hormonas y sustancias químicas estresantes inundan su cuerpo, y se siente terriblemente mal. Necesita que le consuelen.
"Ayúdame a superar esto" Si el niño sufre una rabieta de angustia, necesitará tu ayuda para tranquilizarse. Si lo abrazas, su sistema maduro de excitación corporal ayudará a calmar el suyo, todavía inmaduro. Háblale suavemente, con palabras simples y consoladoras. El niño empezara a sentirse a salvo cuando se dé cuenta de que lo puedes ayudar a afrontar sus emociones desbordantes. Esto evitará que se enfade o se aparte de ti. Cuando esté mejor intenta distraerlo con algo divertido, con un juguete o algo interesante que está sucediendo cerca de vosotros.
La regulación de la angustia infantil es una tarea crucial para todos los padres, maestros y canguros. Ayudándole a afrontar sus intensos sentimientos de ira, frustración o angustia contribuimos a que el niño desarrolle conexiones cerebrales que le permitirán calmarse en situaciones de estrés. Si no respondemos a las rabietas de angustia y adoptamos una actitud uniforme ante cualquier rabieta, perdemos la oportunidad vital de esculpir el cerebro del niño de una forma positiva. Los niños se sienten muy reconfortados cuando descubren que los adultos pueden almar y entender las tormentas volcánicas que sacuden sus cuerpo y cerebros. Pero se trastornan mucho cuando, ante su terrible dolor emocional, mamá se enfada o le deja sólo.
¿Cómo tratar las rabietas de angustia? Cuando TU hijo sufre una rabieta de angustia tu papel consiste en ofrecerle una sensación de confianza y seguridad. Las siguientes técnicas ayudan a calmar a los pequeños. - Recurre a acciones simples y tranquilas u ofrécele una elección sencilla. Por ejemplo, si el niño está trastornado por tener que vestirse (elegir la ropa que se va a poner).
- La distracción es una técnica fabulosa y poco aprovechada. Activa el sistema de BÚSQUEDA del cerebro inferior del niño y le despierta la curiosidad y el interés en algo. Se impone por naturaleza a los sistemas de IRA o de ANGUSTIA. También libera elevados niveles de dopamina, una importante sustancia química de excitación positiva del cerebro, que reduce el estrés y produce interés y motivación.
-Abraza a tu hijo con ternura. A veces, es de gran ayuda abrazar a un niño angustiado, siempre que la madre está tranquila y se controle a sí misma. La cercanía de tu cuerpo tranquilo devolverá el equilibrio a sus sobrexcitados sistemas de alarma corporal y cerebral, y estimulara la secreción de oxitocita y opioides, sustancias calmantes naturales. Usa palabras sencillas: "Esta bien, está bien". Si además del sistema de angustia, se ha activado el sistema de la IRA del niño y empieza a tirar cosas, a dar golpes o a morder deberás utilizar la técnica del abrazo apropiada (en otra sección, si les interesa me avisan).
-En ocasiones, basta sentarse tranquilamente junto al niño y hablarle con voz suave para que se sienta seguro y contenido. Algunos niños prefieren esto a un abrazo, ya que les deja libertad de movimiento.
-Evita usar técnica de "tiempo muerto" frente a una rabieta de angustia. Si tu mejor amiga estuviera llorando y retorciéndose por el suelo, no la dejarías sola ni la mandarías a otra habitación; tampoco es apropiada para los niños. El tiempo muerto significaría también la pérdida de una oportunidad vital para la regulación del estrés y de la angustia, y para el establecimiento de eficaces sistemas de control del estés en el cerebro infantil.
-No encierres al niño en una habitación durante una rabieta de angustia. Aunque deje de llorar en voz alta, seguirá llorando en su interior, hecho aún más preocupante, según demuestran las investigaciones. Mientras que el llanto en voz alta es un grito de auxilio, el llanto interior es señal de que el niño ha perdido la fe en cualquier ayuda. Algunas veces, está trágica pérdida de fe dura toda la vida.
- Recuerda que la angustia de tu hijo es auténtica. El niño de dos años que chilla por que su hermano le ha quietado el cochecito de juguete no pretende hacer una escena. Los estudios demuestra que la sensación de pérdida activa los centros de dolor del cerebro y causa una angustiosa falta de opioides. Los niños pequeños llevan pocos años en este mundo y no tienen una perspectiva clara de la vida. Los adultos tenemos un bagaje de acontecimientos y experiencias que nos dicen que la pérdida de un juguete no es un hecho grave. Si castigamos repetidamente al niño por sus rabietas de angustia, la lección aprendida será esta: "Mamá no entiende mi dolor ni puede ayudarme". Como resultado, podría reprimir sus sentimientos de aflicción porque le causan problemas. Esto tiene consecuencias en la forma en que se enfrenta a sus sentimientos siendo adulto.
Si la distraigo con un juego, ¿acaso la malcrío y siembro el terreno para nuevas rabietas? Jugar a dar palmadas o cantar una canción son recursos muy buenos para distraer a un niño a punto de tener una rabieta. Los estudios demuestran que la distracción da buenos resultados en esta fase. mientras que no suele funcionar cuando el niño ya está en plena rabieta. Usar la distracción para evitar la rabieta no significa malcriar a tu hijo. Los pequeños no tienen la perspectiva adulta de la vida y no poder tener o hacer algo que desean puede desencadenar una gran reacción de angustia. Las rabietas no son travesuras, son resultado de la inmadurez. Los padres debemos recurrir a la compasión y la comprensión para ayudar a nuestros hijos a hacer frente a sus sentimientos.
Yo creo que las rabietas son, a parte de un intento de autonomía y de independencia (hacia los dos años), simplemente un desahogo, una forma de sacar la frustración de algo que les ha sucedido durante el día o en ese mismo momento. Nosotras conseguimos verbalizarlo, ellas no.
Mi hija ha tenido rabietas como si fuera la niña del exorcista y todo ha empezado a mejorar cuando me quedo a su lado y las sostengo. En realidad no hago mucho, dejo que las saque (nada de chupete ni teta para cortarla sino, saldrán otra vez más tarde). Alguna vez le ofrezco la posibilidad de pegar un cojín, de morderlo, o simplemente espero a su lado hasta que todo está fuera (nunca me ha servido para nada, más bien quería morderme a mí). Siempre duran un rato y luego, cansada, me pide un abrazo fuerte, que por supuesto le doy. También creo que necesitan confirmar que sus padres les quieren en ese momento complicado, tanto como cuando están tranquilos.
Cuando la rabieta se produce porque no le dejo algo o no compro algo, lo siento, pero no voy a ceder aunque tenga rabieta. Se lo explico con tranquilidad y ya, aunque eso no la calme nada y me tenga que soportar el hipogritohuracanado y a toda la gente de la calle mirarme como si yo fuera la bruja de "Hansel y Gretel"...
Todo esto queda muy mono, pero claro, no siempre una tiene la paciencia o la tranquilidad o la energía. Alguna vez no puedes más y es difícil.
Aletha solter dice que para ellos sacar una rabieta, ver que son aceptados, que se les permite tenerla y que el entorno les da la confianza para hacerlo, les ayuda a necesitarlo cada vez menos. No sé será casualidad, pero yo empecé un poco a plantear esto y la niña del exorcista no ha vuelto a aparecer. Se enfada, monta líos, pero no como antes y cada vez duran menos y es más fácil razonarlos. También es verdad que tiene tres años y medio y su madurez es distinta.
En fin, es complicado. Yo lo llevaba muy mal, me entraban ganas de llorar, de gritar y de patalear a mí también. Alguna vez sentía que era como algo que tenía contra mí, hasta que me dí cuenta de que eso era un problema mío que nada tenía que ver con ella y de que problablemente, a mí no me habían dejado mucho enfadarme cuando era niña.
Yo creo que las rabietas son, a parte de un intento de autonomía y de independencia (hacia los dos años), simplemente un desahogo, una forma de sacar la frustración de algo que les ha sucedido durante el día o en ese mismo momento. Nosotras conseguimos verbalizarlo, ellas no.
Mi hija ha tenido rabietas como si fuera la niña del exorcista y todo ha empezado a mejorar cuando me quedo a su lado y las sostengo. En realidad no hago mucho, dejo que las saque (nada de chupete ni teta para cortarla sino, saldrán otra vez más tarde). Alguna vez le ofrezco la posibilidad de pegar un cojín, de morderlo, o simplemente espero a su lado hasta que todo está fuera (nunca me ha servido para nada, más bien quería morderme a mí). Siempre duran un rato y luego, cansada, me pide un abrazo fuerte, que por supuesto le doy. También creo que necesitan confirmar que sus padres les quieren en ese momento complicado, tanto como cuando están tranquilos.
Cuando la rabieta se produce porque no le dejo algo o no compro algo, lo siento, pero no voy a ceder aunque tenga rabieta. Se lo explico con tranquilidad y ya, aunque eso no la calme nada y me tenga que soportar el hipogritohuracanado y a toda la gente de la calle mirarme como si yo fuera la bruja de "Hansel y Gretel"...
Todo esto queda muy mono, pero claro, no siempre una tiene la paciencia o la tranquilidad o la energía. Alguna vez no puedes más y es difícil.
Aletha solter dice que para ellos sacar una rabieta, ver que son aceptados, que se les permite tenerla y que el entorno les da la confianza para hacerlo, les ayuda a necesitarlo cada vez menos. No sé será casualidad, pero yo empecé un poco a plantear esto y la niña del exorcista no ha vuelto a aparecer. Se enfada, monta líos, pero no como antes y cada vez duran menos y es más fácil razonarlos. También es verdad que tiene tres años y medio y su madurez es distinta.
En fin, es complicado. Yo lo llevaba muy mal, me entraban ganas de llorar, de gritar y de patalear a mí también. Alguna vez sentía que era como algo que tenía contra mí, hasta que me dí cuenta de que eso era un problema mío que nada tenía que ver con ella y de que problablemente, a mí no me habían dejado mucho enfadarme cuando era niña.
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