Muchas gracias, precisamente la comisión pedagógica está
inquieta con este tema, los niños crecen y tienen otras necesidades y
tenemos que atender esto, es prioritario.
También quería matizar el tema del aburrimiento que no siempre surge
por un ambiente que no se adapta exactamente a las necesidades del
niño, sino porque en la creatividad de un niño, y de cualquier persona
o sistema vivo, hay fases de expansión y de recogimiento, de acción y
de pasividad y ambos polos se retroalimentan y ninguno de los dos es
"malo". En este caso no hay que tener miedo al aburrimiento porque
este es un punto de partida hacia la creación y permite descanso y
reciclaje. Este estado se observa en los niños del jardín, en algunos
más y en otros menos...
Te voy a intentar explicar sin aburrirte mucho por qué en el jardín de Momo no podemos entretener a los niños, ni dirigirlos.
Confiamos en que el niño, como cualquier organismo vivo, busca su propia armonía y equilibrio. Confiamos en la autorregulación del niño y respetamos sus procesos, acompañándolos y observándolos.
En la situación que tu comentas se puede ver bien de lo que hablamos: la energía de acción del cuerpo, como todos los procesos en la naturaleza, está sujeta a ciclos, no puede estar siempre en un punto álgido. Hay momentos de alta energía y momentos de baja energía, momentos en los que se está activo y creativo y momentos en los que todo parece estancado, los ciclos pueden ser muy largos o muy cortos. Muchas enfermedades se generan por luchar contra las fases de baja actividad que son vitales para la regeneración (el descanso), ya que el organismo, inteligentemente, busca una manera de parar y descansar. Los adultos tendemos a buscar nuestra autoestima en nuestros acciones externas y nos permitimos sólo de mala gana estar en fase de pasividad, de descanso y decrecimiento..., así que todos podemos aprender de lo que se observa en la naturaleza...A cualquier lugar donde mires vas a ver ciclos, por ejemplo, fíjate en la economía mundial: demasiado crecimiento trae crisis agudas pero la crisis trae también mensajes importantes, por ejemplo los movimientos de decrecimiento, de menos es más, del elogio de la lentitud, etc...
Por supuesto, tampoco entretenemos a los niños porque no queremos que dependan de nosotros para ser felices, me imagino que habrás oído que de la inactividad y del aburrimiento surge la necesidad de cambio, y es de ahí desde donde nace el movimiento auténtico hacia una acción necesaria para el organismo, una acción que yo llamaría de verdadera alegría. Nosotros respetamos ese estado letárgico porque no lo consideramos nada malo, simplemente parte de un proceso.
Además, en el caso de la infancia, existen procesos fisiológicos-biológicos muy importantes que están operando y que aunque aparentemente el niño no hace nada, su organismo está atravesando transformaciones esenciales para su futuro desarrollo, te hablo de conexiones neuronales, poda de conexiones, crecimiento de órganos nobles, configuración del sistema nervioso......
En fin, espero haber podido explicar algo que es esencial en la manera en cómo acompañamos y por qué. Gracias y un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.