Vuestras ideas y reflexiones siempre me ayudan en momentos como ahora, en los que estoy un poco perdida. Mi hija lleva malita desde el viernes pasado, empezó con un catarro pero le bajó al pecho y tiene una neumonía. Parece que va bien, desde el martes toma antibiótico y eso le ha ayudado a que las fiebrazas le bajaran. Hoy vamos a revisar y ver si va mejorando o no.
El tema es que desde el domingo el momento de ir a la cama se ha complicado muchisísimo. Antes había días que remoloneaba más o menos pero siempre iba a la cama gustosamente, a dormir juntitos y con su teta pero ahora, si no la obligamos, le pueden dar las 23:00 horas por ahí corriendo, cansadísima, al borde del agotamiento pero sin acercarse a la habitación. Cuando por fin logramos ir a la habitación, a los 3 minutos empieza a gritar "al salón", "al salón" y si no salimos se coge una llorera de 15 minutos o más, de la que no hay nadie que la saque. Le acompaño en el llanto y la consuelo pero nos rechaza con manotazos y patadas y grita contra la almohada, realmente lo pasa muy mal y tarda mucho en salir de su rabia / angustia.
Si se despierta en mitad de la noche también inicia esa misma lucha, "al salón", "al salón" y llantos largos y profundos, de esos en los que pone el cuerpo rígida como un palo. Nunca se ha despertado de noche en sus 23 meses, bueno, tiene esos microdespertares que le sirven para buscar su teta y seguir durmiendo pegadita a mí.
El caso es que no sé si le habrá cogido miedo a las noches porque la verdad es que las de esta semana han sido un poco duras: alguna vez se ha despertado con un acceso de tos brutal, alguna noche también la hemos tenido que despertar con casi 40º para darle jarabe y otra tuvimos que quitarle el pijama porque estaba empapado de sudor, como si se hubiera metido en la ducha con él. Creo que la idea de ir a dormir, después de todas estas situaciones, le da un poco de angustia y no se me ocurre qué hacer para solucionarlo. Le recordamos que siempre hemos dormido muy bien juntitos en la cama, que podemos jugar como siempre (leemos cuentos, hacemos sombras chinescas en el techo...), que papá y mamá le cuidan, que cuando pase el catarrazo todo va a ir mejor. Intentamos ir jugando... pero no quiere. Los dos últimos días, después de una lucha larga, se ha dormido en la teta en el salón y con ella dormida ya me he ido a la cama.
A todo esto se suma que la noche del domingo se deslizó de la cama entre la barrera y el colchón y, aunque no se hizo daño, creo que también se asustó. Como si no tuviéramos suficiente.
Me da mucha penita verla así y además el final de los días se ha convertido en un auténtico suplicio, cuando antes era algo tranquilo y gozoso. Yo me acuesto estresada y cansada, aparte de que encima cuando llora me da pena pero al cabo de un rato de no entrar en razón (que sí, que sé que un niño no puede entrar en razón en medio de una llantina así) pierdo la paciencia y hasta me enfado, me pongo de muy mal humor y tengo que delegar en mi chico para ir a respirar y no ponerme a gritar. Uf, no sé qué hacer.
El tema es que desde el domingo el momento de ir a la cama se ha complicado muchisísimo. Antes había días que remoloneaba más o menos pero siempre iba a la cama gustosamente, a dormir juntitos y con su teta pero ahora, si no la obligamos, le pueden dar las 23:00 horas por ahí corriendo, cansadísima, al borde del agotamiento pero sin acercarse a la habitación. Cuando por fin logramos ir a la habitación, a los 3 minutos empieza a gritar "al salón", "al salón" y si no salimos se coge una llorera de 15 minutos o más, de la que no hay nadie que la saque. Le acompaño en el llanto y la consuelo pero nos rechaza con manotazos y patadas y grita contra la almohada, realmente lo pasa muy mal y tarda mucho en salir de su rabia / angustia.
Si se despierta en mitad de la noche también inicia esa misma lucha, "al salón", "al salón" y llantos largos y profundos, de esos en los que pone el cuerpo rígida como un palo. Nunca se ha despertado de noche en sus 23 meses, bueno, tiene esos microdespertares que le sirven para buscar su teta y seguir durmiendo pegadita a mí.
El caso es que no sé si le habrá cogido miedo a las noches porque la verdad es que las de esta semana han sido un poco duras: alguna vez se ha despertado con un acceso de tos brutal, alguna noche también la hemos tenido que despertar con casi 40º para darle jarabe y otra tuvimos que quitarle el pijama porque estaba empapado de sudor, como si se hubiera metido en la ducha con él. Creo que la idea de ir a dormir, después de todas estas situaciones, le da un poco de angustia y no se me ocurre qué hacer para solucionarlo. Le recordamos que siempre hemos dormido muy bien juntitos en la cama, que podemos jugar como siempre (leemos cuentos, hacemos sombras chinescas en el techo...), que papá y mamá le cuidan, que cuando pase el catarrazo todo va a ir mejor. Intentamos ir jugando... pero no quiere. Los dos últimos días, después de una lucha larga, se ha dormido en la teta en el salón y con ella dormida ya me he ido a la cama.
A todo esto se suma que la noche del domingo se deslizó de la cama entre la barrera y el colchón y, aunque no se hizo daño, creo que también se asustó. Como si no tuviéramos suficiente.
Me da mucha penita verla así y además el final de los días se ha convertido en un auténtico suplicio, cuando antes era algo tranquilo y gozoso. Yo me acuesto estresada y cansada, aparte de que encima cuando llora me da pena pero al cabo de un rato de no entrar en razón (que sí, que sé que un niño no puede entrar en razón en medio de una llantina así) pierdo la paciencia y hasta me enfado, me pongo de muy mal humor y tengo que delegar en mi chico para ir a respirar y no ponerme a gritar. Uf, no sé qué hacer.
Vaya siento que este pasando esa mala racha... Mi hijo tiene 26 meses y desde hace cosa de un mes no le gusta irse a dormir, aunque esté muy cansado a la mínima se escapa de la habitación con cualquier pretexto, aunque se esté cayendo de sueño. Al principio le decía que no íbamos a dormir, que íbamos a descansar hasta que se dio cuenta que es lo mismo. Ahora cuando no quiere que apague la luz, le digo que así estamos mas agustito y hay veces que se queda y otras quiere que su papi le cante o le cuento una historia y cuando se relaja a la teta y caemos todos fulminados. Supongo que serán rachas y si encima está malita y se coló por la baranda pues no ayuda. Paciencia que es temporal.
Lo tengo parecido, llega la hora de dormir, no se echa siesta y hay días que le dan las 9, podría quedarse, como dices, hasta las mil. Yo me meto en la cama, y mi pareja la duerme en un sillón mecedora, le cuenta cuentos, etc. Pues ya no quiere ir al sillón, se viene a la cama, pero en la cama no es capaz de conciliar el sueño. Al final cuando está muy cansada va a buscar a su papá y se duerme.
Hola, ademas de toda la paciencia y estrategias amorosas que le puedas dar a tu hija , también le puede ayudar unas sales de Schussler. Yo se las doy a mi hijo (que duerme no muy bien y con los dientes tiene insomnio) tres veces al día, en una jerinquilla disuelto en agua caliente.
Aquí puedes leer sobre las cualidades de esta sal que son muchas:
"..insomnio, sobreexcitación, agitación," Yo también las tomo son muy buenas.
la encuentras en herbolarios y farmacias.
Hola, como te entiendo. A mi hijo siempre le ha costado mucho dormirse, imagínate. Bueno decirte que paciencia que son etapas que pasan.
No quería ir a dormirse y además le podían dar las 12 de la noche o más y ya a lo último casi obligándole, y muy mal porque se enfadaba, chillaba, lloraba, yo temía la hora de ir a la cama. Tuvo una época igual, que quería ir al salón, así que nosotros al final le dormíamos en el salón contándole un cuento y cantándole y luego a la cama ya dormido, pero se despertaba de madrugada diciendo que quería ir al salón su padre le decía que no y empezaba a llorar y gritar que quería ir al salón, había veces que lo que hacíamos era salir de la habitación ir al salón y decirle que estaba todo oscuro que todavía no había amanecido que había que seguir durmiendo, a veces funcionaba pero otras no, cuando no al final nos quedábamos en el salón y al poco se volvía a dormir.
Que te puedo decir, he tenido comentarios de todo tipo sobre esto porque es un caprichoso y le das lo que pide, porque hace con vosotros lo que quiere, pues que llore verás como al tercer día ya no llora, bla bla bla bla, nosotros elegimos hacerlo así y se le pasó, cada uno tiene que elegir lo que cree que es mejor para todos.
Esta etapa de salón pasó, aunque ahora le seguimos durmiendo en el salón porque hemos intentado en la cama antes de que naciera el segundo y lo que hacía era jugar, se ponía más nervioso todavía, así que salón, y ahora que su hermano se duerme a las 8.30 no me apetece que le despierte porque alguna vez ya lo ha hecho, así que seguimos contándole cuentos y cantando en el salón y cuando se duerme le llevamos a la cuna.
También te digo que últimamente se ponía muy agresivo para irse a la cama y al final hemos ido a la homeópata, Margarita, y bueno contándole toda la historia desde que me quedé embarazada pues nos ha mandado homeopatía, pero claro por toda su historia y si es verdad que para el tema de dormir le ayuda.
Pero vamos que seguro que será una etapa y pasará aunque estas etapas nos parecen interminables de verdad que pasa.
Muchos besitos y un extra de paciencia.
No quería ir a dormirse y además le podían dar las 12 de la noche o más y ya a lo último casi obligándole, y muy mal porque se enfadaba, chillaba, lloraba, yo temía la hora de ir a la cama. Tuvo una época igual, que quería ir al salón, así que nosotros al final le dormíamos en el salón contándole un cuento y cantándole y luego a la cama ya dormido, pero se despertaba de madrugada diciendo que quería ir al salón su padre le decía que no y empezaba a llorar y gritar que quería ir al salón, había veces que lo que hacíamos era salir de la habitación ir al salón y decirle que estaba todo oscuro que todavía no había amanecido que había que seguir durmiendo, a veces funcionaba pero otras no, cuando no al final nos quedábamos en el salón y al poco se volvía a dormir.
Que te puedo decir, he tenido comentarios de todo tipo sobre esto porque es un caprichoso y le das lo que pide, porque hace con vosotros lo que quiere, pues que llore verás como al tercer día ya no llora, bla bla bla bla, nosotros elegimos hacerlo así y se le pasó, cada uno tiene que elegir lo que cree que es mejor para todos.
Esta etapa de salón pasó, aunque ahora le seguimos durmiendo en el salón porque hemos intentado en la cama antes de que naciera el segundo y lo que hacía era jugar, se ponía más nervioso todavía, así que salón, y ahora que su hermano se duerme a las 8.30 no me apetece que le despierte porque alguna vez ya lo ha hecho, así que seguimos contándole cuentos y cantando en el salón y cuando se duerme le llevamos a la cuna.
También te digo que últimamente se ponía muy agresivo para irse a la cama y al final hemos ido a la homeópata, Margarita, y bueno contándole toda la historia desde que me quedé embarazada pues nos ha mandado homeopatía, pero claro por toda su historia y si es verdad que para el tema de dormir le ayuda.
Pero vamos que seguro que será una etapa y pasará aunque estas etapas nos parecen interminables de verdad que pasa.
Muchos besitos y un extra de paciencia.
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