Después de pensar y dar vueltas la madre de día nos propuso ir a ver a Alicia Bastos, neuróloga y psicóloga especializada en reflejos primarios. La primera consulta es informativa y gratis, le comentamos nuestra preocupación y parece que está muy claro que no inhibió su reflejo del moro y por eso reacciona como reacciona (es típico el reaccionar a la defensiva, violentamente, con mordiscos por ejemplo) con unos juegos en casa (un columpio de tela, caminar a cuarto patas. ..) parece ser que se pueden realizar las conexiones neuronales que no se hicieron correctamente y normalizar (ella te explica perfectamente todo, los bebés deben pasar tiempo boca abajo para que su espina conecte y no estuvo apenas así porque no le gustaba nada).
Nosotros traemos en El Jardín a Susana Mezquida http://www.emocionyaprendizaje.com/ mira la web...
Tema reflejos lo trabaja mucho l medicina antroposófica. No recuerdo nombre de especialista en Madrid pero todos los coles waldorf tienen esta info ya que usan estas terapias en el aula y como herramienta para los padres.
Metodo Yuen es otra opción.
Terapia psicoanálisis y psicológica para niños otra:
Recomiendo la etioterapia para estas cosas...quizá el peque esté expresando una agresividad que alguien de su clan no pudo expresar...
Chicas! estoy desesperada, ya no sé cómo afrontar este tema. Tenemos un Hurón, y está mi hijo, bueno pues le trata fatal, le coge con fuerza, le coge del rabo, y lo último esta tarde que está mi compañero lavando la jaula y después de decirle un montón de veces cómo cogerle para que no le haga daño, llevamos ya tiempo enseñándole, bueno pues después de un montón de veces enseñándole, le ha vuelto a coger mal y le ha hecho daño, el pobre hurón quejándose y ha ido mi compañero a decirle que le soltara que le estaba haciendo daño le ha apretado más y le ha lanzado por los aires. A mi compañero le está superando esta situación, a mi me duele mucho ver que mal lo trata pero estoy teniendo más paciencia. Después detrás de él queriéndole pegar, y cada vez que yo le decía algo venía a pegarme. Pero es que esto lo está haciendo en muchas situaciones, cuando hay un nene o nena en el parque y no le deja algo, le pega, no es constante pero de vez en cuando lo hace, cuando después de avisarle de que me devuelva algo y no lo hace y al final le digo: me lo das o te lo tengo que quitar, al final se lo tengo que quitar de las manos y viene a pegarme o pellizcarme o morderme. Muchas veces cuando se pone nervioso de rabia se pone como a morder fuerte dientes contra dientes y a apretar los puños con tanta fuerza que le tiembla hasta la cabeza.
Me siento fatal, no se si estamos haciendo algo mal, que está pasando, muchas veces pienso que es porque le están saliendo los colmillos y está rabioso pero no me gusta nada que se comporte así, no se por qué tiene tanta rabia dentro.
Me encuentro muy triste, puede que penséis que exagero pero ya no se cómo decírselo como explicarle cómo actuar, le pregunto que le está pasando para estar con tanta rabia, no se si es que no estoy conectada con él pero no se que puede estar pasando.
Necesitaba contarlo, llevo más de un mes pensando en contarlo pero me da vergüenza por si es algo tan evidente que vosotras veáis y yo que soy su madre no lo vea.
Gracias por estar ahí.
Hola corazón!
Imagino tu angustia, piensa que igual es una etapa...
No soy experta en el tema para nada, sólo se me ocurre decirte, aunque igual ya lo has hecho, que dejes muy claro el límite, que lo mantengas y que le des una alternativa, es decir, no me puedes morder, pero si tienes necesidad de hacerlo, puedes morder esta otra cosa...
Tener un sitio donde pueda golpear y algo con lo que golpear sin que se haga daño o pueda romper algo, un churro de esos de la pagina funciona bastante bien, acompañarlo mientras lo hace y ver como se siente, su le alivia...
A lo mejor esta nervioso o tiene rabia y no sabe expresarla de otra forma...
Con el tema del hurón, comprarle un peluche alargado para que estruje?
Si quieres de todas formas intento hablar con los acompañantes por ver si me pueden sugerir algo más, estos métodos suelen funcionar en Tartaruga...
Mucho ánimo hermosa para ti y para tu chico, que se que lo pasa fatal con esto...
Besitos linda familia!!
Hola corazón!
Imagino tu angustia, piensa que igual es una etapa...
No soy experta en el tema para nada, sólo se me ocurre decirte, aunque igual ya lo has hecho, que dejes muy claro el límite, que lo mantengas y que le des una alternativa, es decir, no me puedes morder, pero si tienes necesidad de hacerlo, puedes morder esta otra cosa...
Tener un sitio donde pueda golpear y algo con lo que golpear sin que se haga daño o pueda romper algo, un churro de esos de la pagina funciona bastante bien, acompañarlo mientras lo hace y ver como se siente, su le alivia...
A lo mejor esta nervioso o tiene rabia y no sabe expresarla de otra forma...
Con el tema del hurón, comprarle un peluche alargado para que estruje?
Si quieres de todas formas intento hablar con los acompañantes por ver si me pueden sugerir algo más, estos métodos suelen funcionar en Tartaruga...
Mucho ánimo hermosa para ti y para tu chico, que se que lo pasa fatal con esto...
Besitos linda familia!!
Mi hijo también tiene una intensa relación de amor odio con nuestro perro; hace unas semanas ha empezado a darle patadas o le va persiguiendo y atropellando con el corre pasillos o lo que tenga a mano... Yo tampoco lo entiendo muy bien ni me gusta.... Pienso que esta experimentando y viendo las reacciones del perro...? Claro que yo le digo que es un ser vivo y que no le gusta que le hagan daño y que tiene que hacerle mimitos así... Al cabo de un rato estamos igual... Yo creo que si será una fase de aprendizaje y de aprender a relacionarse con otro ser de otra especie.
En cuanto a lo de pegar, también ha empezado a hacerlo de vez en cuando; te juro que no se de dónde lo ha sacado; debe ser algo instintivo para defenderse cuando algo no le gusta.... Tampoco me gusta pero supongo que como la paciencia y otras cosas tienen que ir desarrollándose y aprendiendo poco a poco pues parten de cero y los nenes hacen lo que sienten...
Supongo que efectivamente sea una fase, una manera de llamar la atención, un poco de celillos por el animaliño??... A mi siempre me cuentan, salvando las distancias que yo no soy una mascota jeje, que cuando nací, mi hermano mayor quería literalmente "matarme" e intentó lanzarme al abismo en mas de una ocasión...De hecho, mi sobrino de cuatro años niega la evidencia de que su mama está embarazada de nuevo! dice que es mentira a pesar de que ya se nota....las fases, estará en la negación (negación, rabia, negociación, depresión, aceptación)... Aunque sean peques, yo creo que pillan más de lo que pensamos!...
Con un nene tan peque no sé que decirte...a lo mejor adecuándolo, lo que yo haría si fuese uno de mis chicos es involucrarlo en alguna rutina con el animal (paseo, limpieza, alimentación, juego...) para crear ese vínculo que quizás le falte. Y reforzarle positivamente cada vez que su actitud con el animal sea buena... Quizás hacer un calendario como el que se usa para la Enuresis con caritas felices cuando se ha comportado bien con el animal. Esto suena a muy supernanny pero en los centros se usan mucho este tipo de cosas ya que ayuda al niño a tener una imagen global de su comportamiento en equis cosas, ya que para los niños pequeños el control temporal es complicado (ayer puede referirse a hace muchos días).
Bueno, mucho mas no te se decir...solo que también (digo por experiencia) tus hormonas te hagan ver las cosas peor de lo que son?...A mi en mi embarazo hasta la cosa mas pequeña me parecía una barbaridad...digo!.
No se, a ver que dice el resto....un gran beso y mucha mucha paciencia, claro.
Mi conclusión: los colmillos, le tienen desatado. Porque en otras condiciones él es bastante tranquilo un poco rabias pero no tan extremo.
He leído algunos muy buenos consejos que te han recomendado, también los voy a aplicar. Sólo decirte que te entiendo y comprendo, no estas sola!!
Esperemos que sea una fase. Nos espera un largo camino de aprendizaje y de enseñanza, menos mal que nos llueven recursos. Muchas gracias chicas!
Y mi pequeña aportación x si acaso es por los dientes: chamomila 30 ch y el gel de Weleda para aplicarlo en las encías.
Ya nos contarás su evolución.
Yo tuve el mismo problema con mi hija y mis gatos. En ese momento iba a terapia y me acuerdo haberlo comentado. Me dijo el terapeuta que era normal, que necesitaba probarse que ella podía más, que podía dominar su entorno. (Que de hecho eso también se aplica a los padres, que necesita afrontarse con ellos, pero por otra parte necesita que ganen, porque sino se sentiría desprotegida. No me convence del todo pero aquí lo dejo). Yo lo que hacía era impedir físicamente que hiciera daño a los gatos. Luego hubo una fase en que me venían a pedir caricias y en cuanto se acercara ella, se alejaban, y entonces se ponía triste. Y poco a poco empezaba a entender que era consecuencia de su trato. Mejoró el trato. Aún así hay veces en las que le volvía a salir un gesto dañino, no fue todo del día a la mañana. Pero se daba cuenta que por más que decía a los gatos que no lo iba a hacer más, no servía de nada y había echado para atrás todo lo que había conseguido. Ya tiene 5 años y la convivencia es estupenda desde hace un buen tiempo.
Creo que lo mejor es que no intentéis que se ocupe él del animal de momento (p.e. que no participe en el cambio de jaula, o que le incluyáis en algo que no implique tocar al hurón), con el fin de proteger al hurón, y que poco a poco sea el niño el que os reclame ocuparse (lo hará porque os ve disfrutar del animal y también querrá lo mismo para él). Que cuando lo pide, a la vez le dejéis claro que eso es a condición de que el animal no sufra, porque igual que le protegéis a él porque no queréis que le hagan daño, queréis proteger al hurón porque también le queréis. Pero esperar que sólo porque se lo pidáis deje de agredir al hurón, creo que no es posible...
Hola guapis, ay el hurón! lo mismo está exteriorizando algo de lo que pasa, yo personalmente creo que no es malo tener tanta fuerza, cada persona es diferente lo bueno es que es capaz de exteriorizarla y tu puedes saber que le pasa algo (o no, lo mismo todos pasan por esa etapa, mi hijo la está pasando hace tiempo, pero por suerte no tenemos animales y no llegamos a esa situación). Por ahí decían algo de ofrecerle alternativas, explicarle que puede estrujar otras cosas sin hacer daño a otros seres vivos ni romper cosas que no queremos que se rompan, para mi la clave es no negar su sentimiento ni censurarlo, incluso ponerle palabras para que el sepa qué es lo que pasa.
Hablaba con mi madre, me dice primero que es probable que tema embarazo lleve a comportarse así: los niños quieren exclusiva dedicación y seguro que ha notado cambios en tu actitud, en la de su padre, en la familia. Perciben todo y comprenden mas de lo que nos imaginamos a veces.
Por otro, limites claros: por mucho que patalee, al hurón no se le puede tratar asó. Así que no puedes dejarle que se comporte de esa manera. No le dejes el hurón a su alcance si pretende dañar. Si con rabietas obtiene lo que busca actuar así en su vida adulta...
Bueno, las indicaciones de mi madre me han venido muy bien siempre.
Yo creo que cuando un niño pega hay que decirle que no, y no permitirlo. Me parece que ese instinto de te la devuelvo es natural y para encontrar el equilibrio hay que tender a lo contrario con la educación desde el respeto de uno primero y luego hacia los demás. El niño que pega a otro se pega a si mismo. Me parece dañino en todos los sentidos responderle con la misma moneda. Si veo que alguien decide pegar a mi hijo voy a intervenir a la primera de cambio.
No se cual es la mejor formula, lo importante para mi es que respetemos para nuestros hijos lo que su madre quiere para el/la.
A mí me pareció muy bien la posición de parar el golpe o no permitir el golpe diciendo, no te voy a dejar que golpees, le hace daño, le molesta o no le gusta.
Y si es mi hija la que golpea creo que le diré al niño tal le ha molestado que le pegues, le hace daño. Pero es muy importante, creo, que no sientan que no les queremos si pegan. Les queremos siempre y de eso no tienen que tener ninguna duda.
Mi hija tiene 33 meses ahora y hasta hace poquito era de las que se quedaba petrificada cuando algún niño le quitaba cosas por la fuerza o la empujaba. Luego pasó a decir llorando "no me gustaaaa que me hagas eso" en fin todo taaan guay! parecía que tenía claro que a lo físico no había que llegar e incluso que estaba tan virgen y tan sanota que expresaba claramente lo que no le gustaba para que no hubiese dudas.
Bien por cosas de la vida (que relataré otro día en otro correo) ha estado relacionándose desde hace unos meses con niños (no tanto niñas) más mayores (como de 4 años o así) y la cosa ha cambiado de la noche al día. Ha dejado de llorar y ahora dice textual: "si me pelean yo les peleo". Y está dando caña a diestro y siniestro. A veces no me da tiempo a pararla.
La energía de los niños por lo que yo estoy observando es muy distinta a la de las niñas. Cuando el ambiente es de nenas no hay peleas así. Los nenes para quedarse con un juguete o un espacio intimidan más, empujan y son más físcos y ella ha aprendido a defenderse y de ahí a atacar ha pasado una semana escasa. Tal cual. Veo que se están colocando en la jerarquía como lo perros o los leones y que ninguno/a quiere quedarse el último. Yo, que soy pacifista, tampoco quiero verla a ella la última. Y aunque le digo "no se pega" y mantengo ese límite quizá se me nota que en el fondo prefiero que no reciba ella.
En fin un temazo este que a mi me tiene perpleja.
Bien por cosas de la vida (que relataré otro día en otro correo) ha estado relacionándose desde hace unos meses con niños (no tanto niñas) más mayores (como de 4 años o así) y la cosa ha cambiado de la noche al día. Ha dejado de llorar y ahora dice textual: "si me pelean yo les peleo". Y está dando caña a diestro y siniestro. A veces no me da tiempo a pararla.
La energía de los niños por lo que yo estoy observando es muy distinta a la de las niñas. Cuando el ambiente es de nenas no hay peleas así. Los nenes para quedarse con un juguete o un espacio intimidan más, empujan y son más físcos y ella ha aprendido a defenderse y de ahí a atacar ha pasado una semana escasa. Tal cual. Veo que se están colocando en la jerarquía como lo perros o los leones y que ninguno/a quiere quedarse el último. Yo, que soy pacifista, tampoco quiero verla a ella la última. Y aunque le digo "no se pega" y mantengo ese límite quizá se me nota que en el fondo prefiero que no reciba ella.
En fin un temazo este que a mi me tiene perpleja.
Os cuento nuestra experiencia: llevamos 2 meses y pico en los que nuestra hija nos pega bastante. Por lo general es solo con nosotros (a veces toca a algún niño algo más fuerte o con más violencia de lo normal, pero en muy pocas ocasiones, y nunca les ha mordido ni arañado). Tampoco es en el cambio de pañal o de ropa (momentos que por otro lado son también una tortura porque se queja y nos esquiva sin parar). El caso es que nos pega fuerte y nos araña. Y desde hace unas semanas también nos pellizca y nos muerde. Hasta ahora hemos estado respondiendo a esto con el "no me pegues/muerdas..., porque me haces daño y no me gusta que me hagan daño". Pero es que da igual, nos pasamos el día diciéndoselo y seguimos recibiendo golpes y demás ataques violentos cada día (y a menudo). Ella también se pega en la cabeza y a la misma vez sonríe, ¡le hace gracia!! Y NUNCA hemos dicho o hecho nada que pudiera hacerle pensar que pegar o pegarse es gracioso. Empezamos a estar hartos y desesperados. Por ahora no ha habido problemas con otros niños, como os digo, pero es que el que nos pegue así ya es un problemón en sí. ¡Y que se pegue ella misma peor!! Hoy mismo nos hemos planteado dos opciones que aún no hemos puesto en marcha hasta decidir por cual nos decantamos y ser coherentes los dos usando el mismo método. Yo opto por "alejarme" cuando me haga daño y decírselo: "no me gusta cuando me hacen daño y no estoy cómoda así que tengo que alejarme un momento hasta recuperarme. Cuando estés más tranquila y no me hagas daño, podré volver a estar contigo." No me gusta el tema castigo e intento ver esto como una consecuencia: "esta situación no me gusta => la evito". Pero no tengo claro que ella lo vea así. Mi pareja opta por "separarla" a ella. Físicamente es lo mismo (no estará junto a la persona a la que pegue durante un minuto o dos), pero en su caso me da la sensación de que puede parecer más castigo y en el mío más consecuencia. No sé, igual es una diferencia muy sutil pero no me gusta lo de apartala a ella. Él tampoco está a favor del castigo y a él mismo le chirría un poco su opción, pero es que nos está sacando de nuestras casillas con tanta violencia y no sabemos cómo actuar. Además nos pilla completamente desprevenidos porque siempre fue una niña "zen" (para que os hagáis una idea, hasta los 4 meses no la escuchamos llorar!!! Todo eran risas y paz). Pero desde hace 2 meses y pico se le ha metido el diablo dentro... aunque solo le sale con nosotros.
Nosotros también pasamos por eso y también nos pareció una marcianada. Ahora a toro pasado te digo que es una de las tan cacareadas "etapas" y que aunque inexplicable (porque nosotros los adultos no sabemos qué función cumple exactamente), pasará. Mi hija hacía exactamente lo que describes palabra por palabra incluido lo de darse en la cabeza quizá menos lo de morder (aunque alguna vez me mordió bien fuerte la nariz). Ella daba sopapos más que nada.
A mi apartarla me suena también al "rincón del castigo" que hay en las guarderías del lado oscuro. Yo no
lo haría. Nosotros nos íbamos del cuarto hasta tranquilizarnos porque ahora que lo revivo si que te digo que nos sacaba de nuestras casillas a los dos. También intentábamos cambiar de tercio, distraerla, hacerle juegos, preguntas.... yo que sé para no focalizarnos mucho en el tema y convertirlo en una obsesión. A mi pareja le sacudía algo más que a mi y eso les hace a les hombres enfrentarse a su papel de padres y al rollo patriarcal porque que tu bebita te sacuda... pues cuesta encajarlo sobre todo si alguna vez es en público o está delante parte de la familia.
Pero un día se acaba. Está testando, aprendiendo a empatizar, como se expresan las emociones... yo que sé. Paciencia nena que luego sacude a los otros nenes y aunque no te sientes mejor físicamente duele menos :).
Tengo unos amigos que llevan a sus hijos (ya más mayores, claro) a clases de defensa personal y lo que cuentan a mí me ha servido un montón para aplicarlo a muchas cosas.
Yo quiero que mi hija aprenda a no emplear la violencia como herramienta para nada, y también que aprenda a tener una sana agresividad natural y a defenderse, y, en algunos casos extremos de la vida defenderse puede implicar dar una patada en los huevos (por ejemplo).
Así que nosotros tampoco le decimos "no se pega" sin más. Porque esa es una prohibición genérica que a veces, para defenderse, no es bueno cumplir.
En la Casita del Pez Luna he aprendido una cosa que me sirve también mucho: la contención física.
No nos pega casi nada, pero alguna vez que sí que lo ha hecho, y ha hecho amago de repetir, o después se ha dado golpes en la cabeza, la hemos "contenido físicamente", es decir, sujetado con firmeza y delicadeza, sin NADA de enfado o mal rollo, y decir NO. Y es un NO se ponga como se ponga hasta que para con esa actitud. Yo lo veo como dominarla. Al igual que hay un montón de situaciones donde dejamos que nos domine y mande ella, y es bueno y natural, en esas situaciones yo veo clave dominarla, no dejar que haga algo que no es bueno para ella. Y con muchísimo amor y serenidad, porque si no es emplear la misma violencia con ella que no quieres que ella emplee.
Alguna vez también le he dicho que a mí no me podía pegar, pero por ejemplo a una almohada sí, y le hemos aporreado a una almohada que no veas, y ella se ha desfogado y le ha servido para aprender qué sí o qué no (lo sé porque le decía "Sí" a la almohada y "no" a mi cabeza :))
También me parece muy recomendable mirar un poco dentro y ver la propia relación de padres y medio ambiente con la agresividad (para mí un buen instinto natural) y la violencia (su degeneración en algo malo para todos). Y lo digo porque últimamente lo que veo de los niños es que muchas veces ellos sacan lo que nosotros reprimimos. Lo he visto mucho con la angustia, y supongo que será con todo. Así que a lo mejor que los padres empecemos a aporrear las almohadas también sirve. Yo eso también me lo curro así con ella, y su padre también ,y nos funciona que no veas. Eso sí, es un trabajo vital de jornada completa.
Yo se que el tema devolvérsela al niño es tabú total pero no creo que psicológicamente difiera mucho de pararle, regañarle, apartarle, apartarte...supongo que el elegir una u otra no depende de evitarle o no al niño un trauma (todas estas pueden serlo, al final estamos queriendo mostrar las consecuencias negativas de pegar)..depende más bien de como quieres que tu hijo reaccione ante una agresión..parando, apartando, regañando o devolviéndola.
Eso sí, lo que me parece super importante es hacer lo que sea sin agresividad, sin odio, de una manera clara y calmada..para no dar mensajes confusos..para siempre tener la misma medida..no que un día por tener más paciencia le dejes y otro que no has dormido le pegues un grito por acumulación y que el niño se quede pasmado...y sobre todo para que el mismo ante una agresión no se deje embargar por sentimientos y también de una respuesta clara y medida cuando sea el el que tenga que responder ante un golpe.
Eso sí, lo que me parece super importante es hacer lo que sea sin agresividad, sin odio, de una manera clara y calmada..para no dar mensajes confusos..para siempre tener la misma medida..no que un día por tener más paciencia le dejes y otro que no has dormido le pegues un grito por acumulación y que el niño se quede pasmado...y sobre todo para que el mismo ante una agresión no se deje embargar por sentimientos y también de una respuesta clara y medida cuando sea el el que tenga que responder ante un golpe.
Por si te sirve, yo nunca le dije a mi hija "No se pega" sino "No me pegues". Precisamente porque pegar es también una manera de defenderse y desgraciadamente hay situaciones en las que, de tener que pasarse, desearía que pegase con todas sus fuerzas. No es el caso ese, claro. Yo en ese caso le digo que no todos los niños reciben respeto y entonces necesitan soltar su rabia sobre otros, necesariamente los más débiles por supuesto, también utilizo como ejemplo situaciones en las que es ella la que ha sacado su frustración sobre otros, para que pueda entender lo que le puede pasar al otro. Luego las defensas si no se las quitamos creo que las encuentran ellos, lo que hacía ella en el cole era correr. En infantil sólo estaban los de 3 y 4 años y me decía "mama, los mayores nos han querido pegar. A mi no me pegan porque corro muy rápido".
A mí me parece lo más natural que te interpusieras. No se trataba de empujones sino de patadas que pueden ser muy dañinas. Yo no hablaría tanto de pegar o no pegar sino de defenderse o no defenderse y ahí está claro. El niño tiene que tener sus recursos para defenderse. Si no los tiene de forma innata, yo creo que lo mejor es aconsejarle. El recurso que utiliza a veces mi hija es gritar bien fuerte. Y en general le da buen resultado porque si no consigue siempre que el otro niñ@ pare, por lo menos logra que un adulto la ampare. Pienso que lo de alejarse también es una buena opción. Pensaría en este tipo de soluciones no violentas y miraría a ver qué tal funciona. besos
Por partes:
Creo creo creo que aunque la agresividad es natural y debe salir (o saldrá en forma de otros impulsos), la violencia no se debería permitir (y por violencia me refiero a todo aquello que duela física y emocionalmente) ni a tu hija ni a ninguna persona.
Así pues es normal y necesario que defiendas a tu peque de los golpes, mordiscos, arañazos, pattadas, etc
Pero otra cosa que creo (aunque cuesta mucho al ser la madre del que pilla en ese momento) es que no debemos juzgar a esos peques que efectivamente van cargados hasta las cejas de estímulos y tratos irrespetuosos dificilmente integrables,...ellos están imitanto lo que les hacen a ellos, usan la misma puñetera justicia adulta de si me das te doy, de buenos y malos, de "a que te gano y tu pierdes", de insultos, humillaciones, etc...y podemos reprimir las ganas de darles un empujón y un grito de "niñato de mierda!!"porque esa rabia es nuestra ( o mía, al menos) y es mi labor como adulta canalizarla a base de raciocinio o de deporte o como sea...
Creo que hiciste bien no diciéndole a tu hijo que esos peques son malos cuando preguntó por qué le habían pegado.
Respecto al tema de "defenderse" creo que forma parte precisamente de esa justicia adulta que nombraba, muy injusta por su parte...con ella se corre el riesgo de que se convierta en una escalada de violencia. ¿Quién te dice a tí que después de defenderse, el otro no va a volver a atacar? Además cómo va a saber un peque que un arañazo que le ha dolido no se responde con una pedrada?
En cualquier caso, y aunque, repito, duela mucho como madre, su experiencia con otros peques es suya y merece que se le permita, sin llegar ni mucho menos a dejar que le peguen pero sí, distinguiendo mi propia experiencia con la agresividad, la violencia, la destrucción, el conflicto, su resolución, y quitándole importancia a la suya para no ver a mi hija como una víctima sino como un ser humano interactuando con su entorno. No sé si se me entiende, quizá no.
También se pueden evitar ciertos entornos claro.
A los peques que le pegaron tan brutalmente se les puede preguntar "os ha pegado?" "y eso os ha molestado?" "claro, pero no debéis (no no podéis, porque por poder pueden) pegar a los demás" "y yo no os voy a permitir que volváis a pegar a mi hijo" "podéis decirle que no os moleste y si no os hace caso me lo decís a mí y yo se lo explico"
O también se puede llamar a sus pamadres para que medien.
Creo creo creo que aunque la agresividad es natural y debe salir (o saldrá en forma de otros impulsos), la violencia no se debería permitir (y por violencia me refiero a todo aquello que duela física y emocionalmente) ni a tu hija ni a ninguna persona.
Así pues es normal y necesario que defiendas a tu peque de los golpes, mordiscos, arañazos, pattadas, etc
Pero otra cosa que creo (aunque cuesta mucho al ser la madre del que pilla en ese momento) es que no debemos juzgar a esos peques que efectivamente van cargados hasta las cejas de estímulos y tratos irrespetuosos dificilmente integrables,...ellos están imitanto lo que les hacen a ellos, usan la misma puñetera justicia adulta de si me das te doy, de buenos y malos, de "a que te gano y tu pierdes", de insultos, humillaciones, etc...y podemos reprimir las ganas de darles un empujón y un grito de "niñato de mierda!!"porque esa rabia es nuestra ( o mía, al menos) y es mi labor como adulta canalizarla a base de raciocinio o de deporte o como sea...
Creo que hiciste bien no diciéndole a tu hijo que esos peques son malos cuando preguntó por qué le habían pegado.
Respecto al tema de "defenderse" creo que forma parte precisamente de esa justicia adulta que nombraba, muy injusta por su parte...con ella se corre el riesgo de que se convierta en una escalada de violencia. ¿Quién te dice a tí que después de defenderse, el otro no va a volver a atacar? Además cómo va a saber un peque que un arañazo que le ha dolido no se responde con una pedrada?
En cualquier caso, y aunque, repito, duela mucho como madre, su experiencia con otros peques es suya y merece que se le permita, sin llegar ni mucho menos a dejar que le peguen pero sí, distinguiendo mi propia experiencia con la agresividad, la violencia, la destrucción, el conflicto, su resolución, y quitándole importancia a la suya para no ver a mi hija como una víctima sino como un ser humano interactuando con su entorno. No sé si se me entiende, quizá no.
También se pueden evitar ciertos entornos claro.
A los peques que le pegaron tan brutalmente se les puede preguntar "os ha pegado?" "y eso os ha molestado?" "claro, pero no debéis (no no podéis, porque por poder pueden) pegar a los demás" "y yo no os voy a permitir que volváis a pegar a mi hijo" "podéis decirle que no os moleste y si no os hace caso me lo decís a mí y yo se lo explico"
O también se puede llamar a sus pamadres para que medien.
Pues si temazo... Y más cuando ví a mi hijo (tenía menos de 2 años entonces) pegar a su prima con una fuerza que casi le arranca el ojo ! Vale, ella interrumpió lo que hacía en ese momento y le cogió su juguete, pero él directamente fue a las manos y tuve que intervenir. Un día intervino su abuela y le dio un cachete a mi hijo en el culo diciendo que no se pega. Se puso aun más furioso, la prima le había quitado su juguete y además la abuela le regañaba a él y le daba un abrazo a la prima. Me dio tanta pena...
Igual mi hijo vendría con un arañazo de más pero con estress de menos y el contricante igual, igual se hacen mejores amigos porque se ganan el respeto el uno del otro...lo mismo es la fórmula para que la violencia no escale, si sale a poquitos, con los amigos..como un juego enrrabietado..no se..me da por pensar alternativas porque no lo veo muy claro y la national geografic parece que tiene todas las soluciones..
ola, gracias por vuestras reflexiones... te leo Judith y no sé... pensamiento muy adulto...
Ayer en la reunión que tuvimos con Momo no pude evitar sacar el tema de la violencia para saber su opinión. Me dijo que se ha dado cuenta que cuando los niños se pegan, luego se vuelven a tratar como si nada hubiese pasado, y lo que ella hacía antes de que si el niño continuaba pegando tras avisarle le retiraba del espacio acompañándole, ya no lo hace, pues se dio cuenta de que el niño repetía la frase que no era suya sino sacada del adulto de: "si me pegas ya no te voy a hablar, jugar contigo..." etc. Y que ahora lo que hace es ESTAR con ellos. Simplemente cuando ve a alguien que pega, lo evita si llega a tiempo y después ESTÁ CON ÉL/ELLA. Y así todo el rato, hasta que el niño deja de pegar. El caso que nos contó de dos niñas que se pegaban el año pasado, dijo que nada más acercarse a ellas tranquilamente (también dijo que si tenía que correr para evitarlo, hacía que iba tranquila pero corría), amorosamente, las niñas dejaban de
pegarse y estallaban en lágrimas para soltar tensión.
Pues yo he estado leyendo vuestros mensajes y me he dado cuenta de que efectivamente, lo mejor para mi es acompañar siempre que el espacio y las personas sean conocidas. En un espacio desconocido, pues no lo tengo tan claro porque no sabes como van a reaccionar otros niños (básicamente, no se con que criterio los están criando sus padres), pero procuro aplicar el mismo cuento y si veo que no funciona, me llevo a mi hijo entreteniéndole en otra cosa y con otros niños.
Gracias por vuestros consejos, son muy sabios. Ahora mi hijo cada vez se expresa más y le explico que tiene que hablar y decirle a la niña o al niño que no le guste que le coja su juguete (o lo que sea), que se lo diga.
No sé donde mi hijo sacó esa agresividad (porque puede llegar a hacer mucho daño, es muy impulsivo), puesto que nosotros nunca le hemos pegado de ninguna forma. ¿Será en la escuelita? ¿Lo llevan dentro l@s niñ@s?
Es un trabajo diario lo que hacemos con él y poco a poco usa más la palabra. Aunque queda mucho por hacer.
Maldita sociedad tengo ganas de decir... que responsabilidad tenemos como cuidadora, madre, padre de poder cambiar ese mundo aunque sea hacerlo un poquito mas humano.
Yo es que veo que la violencia física es una salida de rabia, tensión pero también muy animal..y canalizarla cuando no tienen herramientas es imposible
A mi me da rabia que pegue o le peguen..pero también me da rabia condenarlo si más...
Igual si no les enseñáramos que está mal mal mal..que no se hace.
Igual las peleas justas existen, esas que el código de honor te impedía pegar a alguien más pequeño, alguien que no tiene intención de defenderse..igual es eso lo que hay que enseñar..normas, un código de buenas prácticasA mi me da rabia que pegue o le peguen..pero también me da rabia condenarlo si más...
Igual si no les enseñáramos que está mal mal mal..que no se hace.
ola, gracias por vuestras reflexiones... te leo Judith y no sé... pensamiento muy adulto...
En los peques hay una necesidad de pegar que también la tenemos los adultos pero nos la cortamos, sino que sería de este mundo... iríamos dando golpes, patadas, gritos... y yo que se que más... En mis clases aparece mucha rabia contenida, mandibulas prietas y tantas cosas que contenemos...
Pegar es algo que necesitan... algo que no saben gestionar, rabia contenida incluso que viene de otras vidas o de antepasados...
Nosotros como adultos tenemos que saber contenerlo y dejarlo soltar y no sabemos... nos cuesta, y aquí estamos, cuestionándonos qué hacer y cómo hacer para que ellos lo integren en sus vidas y no sea un trauma ni nada parecido...
Es nuestro hijo el que ha pegado o el pegado... en cualquiera de los dos casos sufrimos...
No creo que hay normas, ni reglas ... ni una fórmula magistral... depende del caso, la situación, cómo nos pillé... así que estar y acompañar desde el corazón y que el universo provea chicas...
Vayamos haciendo la huchita de terapia que les puede ayudar seguro... si ellos quieren terapia, claro!!... sino vayamos a terapia nosotras que siempre ayuda...
Abrazos amores...
En nuestra casa y en el espacio donde va Romeo por las mañanas existe el límite de no hacerse daño ni así mismo ni al otro. Son los límites que manejamos con respecto al mundo de Romeo por ahora. Para ello cuando a Romeo le pegan o Romeo pega, si hay signos de queja, el adulto se acerca y le dice a quien haya pegado: puede que a ...... no le guste que le peguen, que le hagan... (lo que le esté haciendo) y normalmente el niño en cuestión para; si no lo hace, se le avisa que si lo sigue haciendo se le va a tener que retirar del espacio. Acompañándole en todo momento. Si sigue haciéndolo, se hace lo que se le ha avisado, se le retira acompañándole para intentar averiguar su necesidad (si es verdadera necesidad de pegar, se le ofrece algo donde hacerlo). Si no se averigua, simplemente se le acompaña. Ese es a grandes rasgos el protocolo de actuación hasta dónde yo llego a saber. En casa hacemos igual, lo único que quien se retira del
espacio, soy yo (si me ha pegado a mí) o su padre, o nos ponemos de barrera de uno u otro. A veces me duele mucho que me intente pegar. Romeo lo ha hecho alguna vez sin darme fuerte, pero me ha dolido el hecho en sí. Entonces pienso que es la búsqueda constante del límite, lo que le va a hacer estar seguro en su mundo, lo que está haciendo en ese momento, y se me suele pasar.
En fín, que todavía no hemos visto ningún atisbo de violencia en Romeo ni hacia Romeo que no sea fuera de estos ámbitos, pero leyéndoos me habéis hecho reflexionar y me doy cuenta de dos cosas:
Una, que cuando a los niños no se les puede acompañar (en los espacios donde hay muchos niños y pocos acompañantes) se dan más casos de violencia no resueltos y el niño, creo, aprende a desarrollar esta habilidad. Puede también que la violencia no sea el límite marcado en ese espacio. Pues, y esta es la otra cuestión, no todo el mundo maneja los mismos límites y de la misma manera. Nosotros nunca decimos "no se pega", sino "no me gusta que me pegues" o "a...... no le gusta que le pegues", porque no sabemos si en otro tiempo, lugar, Romeo va a tener-querer desarrollar esa habilidad. En el tiempo y espacio que compartimos ahora no se lo permitimos porque creemos que ello redunda en crear un clima apacible y favorable para su desarrollo. ¿Pero quién nos dice que en un futuro no será boxeador, o le gustará que le peguen, o tendrá que hacerlo para sobrevivir..?
espacio, soy yo (si me ha pegado a mí) o su padre, o nos ponemos de barrera de uno u otro. A veces me duele mucho que me intente pegar. Romeo lo ha hecho alguna vez sin darme fuerte, pero me ha dolido el hecho en sí. Entonces pienso que es la búsqueda constante del límite, lo que le va a hacer estar seguro en su mundo, lo que está haciendo en ese momento, y se me suele pasar.
En fín, que todavía no hemos visto ningún atisbo de violencia en Romeo ni hacia Romeo que no sea fuera de estos ámbitos, pero leyéndoos me habéis hecho reflexionar y me doy cuenta de dos cosas:
Una, que cuando a los niños no se les puede acompañar (en los espacios donde hay muchos niños y pocos acompañantes) se dan más casos de violencia no resueltos y el niño, creo, aprende a desarrollar esta habilidad. Puede también que la violencia no sea el límite marcado en ese espacio. Pues, y esta es la otra cuestión, no todo el mundo maneja los mismos límites y de la misma manera. Nosotros nunca decimos "no se pega", sino "no me gusta que me pegues" o "a...... no le gusta que le pegues", porque no sabemos si en otro tiempo, lugar, Romeo va a tener-querer desarrollar esa habilidad. En el tiempo y espacio que compartimos ahora no se lo permitimos porque creemos que ello redunda en crear un clima apacible y favorable para su desarrollo. ¿Pero quién nos dice que en un futuro no será boxeador, o le gustará que le peguen, o tendrá que hacerlo para sobrevivir..?
Yo creo que el carácter también influye algo. Mi hija comenzó a morder en un entorno tranquilo y súper- respetuoso, con un límite claro y bien gestionado acerca de la violencia y con dos acompañantes para cuatro niños O_O. Pero ella tiene un carácter muy fuerte (nunca lo comentaré delante de ella y no es algo que me condicione para nada, pero lo admito aquí en secreto, jajaja) y desde muy pequeña es muy defensora de su espacio (tiene un espacio vital muy amplio) y de sus cosas, así porque sí.
Y es curioso, en relación con la violencia, pero cuando acumula un nivel alto de energía y está muy emocionada (positivamente) por algo (porque vienen los abuelos de visita, porque estamos jugando de un modo muy activo, etc.), a veces también tiene necesidad de morder y descargar esa energía de ese modo. Así que no es sólo en casos "negativos" sino que es un modo de soltar energía también en situaciones "positivas" pero en las que se genera mucha energía o excitación. Ahora ya se dan muchísimos menos casos en ambas situaciones, pero cuando tenía un año o así de verdad que necesitaba morder algo y entonces le dejábamos que mordiera nuestra ropa o algo que pudiera ser pero no a nadie. La pareja que la acompañan por las mañanas me contaban que tienen una amiga que recuerda que de pequeña necesitaba y le gustaba (le daba placer) morder O_O.
Y es curioso, en relación con la violencia, pero cuando acumula un nivel alto de energía y está muy emocionada (positivamente) por algo (porque vienen los abuelos de visita, porque estamos jugando de un modo muy activo, etc.), a veces también tiene necesidad de morder y descargar esa energía de ese modo. Así que no es sólo en casos "negativos" sino que es un modo de soltar energía también en situaciones "positivas" pero en las que se genera mucha energía o excitación. Ahora ya se dan muchísimos menos casos en ambas situaciones, pero cuando tenía un año o así de verdad que necesitaba morder algo y entonces le dejábamos que mordiera nuestra ropa o algo que pudiera ser pero no a nadie. La pareja que la acompañan por las mañanas me contaban que tienen una amiga que recuerda que de pequeña necesitaba y le gustaba (le daba placer) morder O_O.
Voy a seguir estirando el chicle porque el tema me trae a la cabeza muchos puntos y subpuntos. Estoy pensando sobre todo en el tema de la autonomía, sacar a los niños de las burbujas y dejar que ellos mismos tomen control de su vida. Les tenemos tan controladitos en parques acotados, siempre de la mano en cuanto ponemos un pie fuera de la casa, diciéndoles cuidado no te caigas, ni se te ocurra cruzar solo, no te separes de mi lado que es peligroso, no hables con extraños, etc, etc. El niño no puede desarrollar su instinto protector, porque ya lo hacen todo por él. Y si hay un peligro, no tiene ni idea de cómo reaccionar. Estamos tan desnaturalizados, que cuando estamos en la realidad, no tenemos recursos. Los aprenderemos tarde y mal. Obviamente no quiero decir que haya que poner a nuestros hijos en medio de la calzada para que aprendan a desenvolverse, pero pienso que hay que buscar entornos adecuados y soltarles de la mano. La vida en la ciudad nos lo pone muuy difícil, esto sería otro chicle más para estirar. Los niños en la ciudad y la violencia. También da para largo. Besos
pegarse y estallaban en lágrimas para soltar tensión.
Pues yo he estado leyendo vuestros mensajes y me he dado cuenta de que efectivamente, lo mejor para mi es acompañar siempre que el espacio y las personas sean conocidas. En un espacio desconocido, pues no lo tengo tan claro porque no sabes como van a reaccionar otros niños (básicamente, no se con que criterio los están criando sus padres), pero procuro aplicar el mismo cuento y si veo que no funciona, me llevo a mi hijo entreteniéndole en otra cosa y con otros niños.
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