Adaptación

Periodos de adaptación, tema candente y doloroso.

Hace tiempo os prometí contar como lo pasamos nosotras el año pasado y como me he demorado en hacerlo, ahora os cuento como fue el año pasado y como va este curso.

  • El curso pasado se nos planteo la necesidad o eso nos parecía de que acudiera unas horas a la guardería, aquí no tenemos relevo alguno, ni un abuelo, tío o similar. Estaba todo desatendido en cierta medida, casa, trabajo, niña, por querer abarcar todo no apretábamos nada (seguro que os suena). Así que tomamos la decisión de intentarlo.
  • No buscamos mucho, porque estando embarazada me metí excursiones varias por la zona visitando todas las guarderías que había a mano, y tenia mas o menos claro donde quería llevarla. Quería un sitio cálido y amable, donde jugara mucho y se lo pasara bien, se divirtiera. El tema formación me parece que no corresponde a esta edad, así de forma reglada y sobre los programas de estimulación temprana o precoz tengo mi propia opinión (que algún día os pasare en forma de articulo propio).
  • Creo que fue allá por principios de Marzo, mi pareja llamo a la guardería, pregunto por plaza, horarios y costes y cuando yo regrese con la peque del norte me pase a verlos y dejar claros varios puntos.
  • Primero mi forma de hacer las cosas, que esperaba de ellos y que podían esperar y no ellos de mi. Negociamos la adaptación de mi hija, mas bien la impuse, porque tenia claro que o se hacia a mi modo o no se hacia.
Y la cosa comenzó así (y de entrada reconozco que normalmente ponen mil trabas y no siempre es posible hacerlo así):

1º Día.
Ella entro conmigo a la guardería y le mostré todos los espacios subida conmigo en una bandolera (había pasado antes por la guardería y me la conocía, es lo mínimo porque mi hija estaría allí). Una ronda rápida, no tardamos mucho. Nos quedamos en su aula tranquilas y subida, hasta que ella pidió bajar, por la curiosidad de mas bebés y juguetes. La baje al suelo y permanecí en el aula al lado de la puerta. Al cabo de un rato que ella no me buscaba con la mirada y se la veía concentrada jugando, la llame y le dije que salia al pasillo (me parece contraproducente no despedirse de los niños, obviamente si te vas a trabajar a las seis de la mañana no los vas a despertar para despedirte, pero se puede hacer luego una llamada). En el pasillo estuve como 20 minutos sin que llamase o me reclamase, cuando si lo hizo volví a entrar, y repetimos la maniobra, viendo que la siguiente vez, el tiempo pasaba y no reclamaba, salí a la calle, previo aviso de que iba a comprar (el pan). Cuando regrese para llevármela a casa había estado en total casi dos horas, bastante bien.

2º Día.
Prácticamente repetimos proceso, solo que en la primera ocasión no me fui al pasillo, sino a casa (esta muy cerca) con el aviso de que si llamaba y se ponía nerviosa, o lloraba o la notaban inquieta me llamaran de inmediato, se quedaron una bandolera para usarla si era necesaria. Estuvo dos horas mas o menos, y este proceso se repitió en el 3º día y 4º día.


5º Día y completamos la primera semana
Intentamos que entre con su profe sola para adentro y esta claro que aun no estaba preparada porque dio al traste con el trabajo de los días anteriores, llanto, gritos y un poco de todo, vuelta a empezar de cero.
Esto era un viernes y estuve cavilando todo el fin de semana día y noche...hasta que se me encendió la bombilla.
A mi hija siempre se le hace participe de todo, le gusta pagar en las tiendas y pedir las cosas, y la guardería era un sitio donde la llevaba yo por la mañana y directamente entrabamos pero donde ella no tenia participación en el acto de entrar hasta que estaba dentro.
Solución, desde ese día, ella prepara su bolsa conmigo en casa, deja su ropa lista, prepara el mandilón, cierra la puerta cuando salimos de casa y llama al ascensor, pica al timbre cuando llegamos a la puerta de su guardería, y ella da los buenos días a su profe, desde ese día, salvo días puntuales que estuviese un poco regular, o cansada...no hemos tenido mas problemas, implicarla en el proceso de entrar al cole le ayudo a integrarlo de forma consciente y ha mejorado la situación.

Este año, se ha molestado al entrar los dos primeros días, porque no estaban los abuelos después de un mes completo con ellos, y no lo hemos pasado bien, ha salido regular esos dos primeros días, y ella misma no quería tocar al timbre que para ella es simbólico. Comenzó un lunes y nos habíamos pasado el jueves anterior para una primera toma de contacto, llevar sus pañales, su muda de ropa, saludar a las profesoras, y cuando vio a la suya corrió a abrazarla y darle besos (buena señal), pero aun así le resulto duro.

Ella sola busco la solución, el miércoles se planto un entretenedor mio en el cuello y ella sola resolvió que la mariposa que colgaba era ella y las dos bolas de al lado eran papa y mama y que cuando ellos no estaban por estar "ajando" (trabajando) si tenia el collar estábamos todos juntos y todo estaba bien, fin de los problemas. Hace 10 minutos la he dejado allí y ha entrado cantando La Kalabaza de Pippa mas alegre que una perdiz.

Espero que os sirva de algo a los que estáis hoy en esta labor y a los que lleváis unos días inmersos en ella.

Añado un articulo que habla del NO periodo de adaptación en las escuelas.
Autor: Armando Bastida

El periodo de adaptación de los niños en la escuela infantil vuelve a ser ridículo, un año más

En Bebés y más hemos hablado en varias ocasiones de las guarderías, de los colegios y de los periodos de adaptación. Sin ir más lejos ayer Lola nos daba unos cuantos consejos para ayudar a nuestros hijos a adaptarse de la mejor manera posible a la escuela infantil, consejos muy útiles para los padres, que también deberían conocer en las guarderías.
El periodo de adaptación no es más que una franja de tiempo determinada destinada a que los niños se adapten al cambio que supone entrar en un sitio nuevo, con niños nuevos, con una cuidadora nueva y sin mamá ni papá.
Cada vez que hablamos del periodo de adaptación es para decir (pedir) que tengan más en cuenta a los niños, porque adaptarse a un cambio como el que acabo de explicar, que no es una, sino varias novedades y de gran calibre, no es algo que suceda en un par de días, a lo sumo tres.
Este lunes muchos niños empezaron en Cataluña a ir por primera vez a la escuela infantil (guardería) e imagino que en el resto de España ha sucedido algo similar en cuanto a calendario. Pues bien, he podido hablar ya con varias mamás sobre este tema y la conclusión que saco es la misma que en años anteriores: el periodo de adaptación de los niños en la escuela infantil vuelve a ser ridículo, un año más.

Tan ridículo que es un insulto que se le llame “periodo de adaptación”

El periodo de adaptación que me han explicado muchas madres es tan ridículo, que si fuera uno de los padres implicados me enfadaría por llamar periodo de adaptación a lo que se está haciendo con los niños.
Lo que me han explicado (lógicamente, cada guardería trabaja diferente y no todas lo hacen igual) viene a ser algo así como lo siguiente:
  • El lunes la madre o el padre entra con el niño en el aula, con un grupo reducido de niños (la mitad), para que no haya mucha gente, y están todos juntos jugando un par de horas.
  • El martes entra el niño solo, sin los padres, y se está dos horas, donde comparte tiempo también con pocos niños y con la cuidadora.
  • El miércoles entra el niño solo, con todos los niños y está más tiempo.
  • El jueves ya va todo el tiempo que el niño se quede, si es que esto no sucedió el día anterior
Esto, más o menos, es la media de lo que me han explicado hasta el día de hoy. Algunas madres me contaban incluso que el primer día sólo se quedaban media horita, pues les animaban a salir fuera “porque ahora está tranquilo”.

Los niños son esponjas y se adaptan a todo, pero siguen siendo niños

Todo el mundo sabe que los niños son como esponjas, que lo aprenden todo muy rápido. También sabemos que acaban adaptándose a todo, porque básicamente no tienen otra y porque es ley de vida, pero siguen siendo niños y además niños pequeños, cuya máxima referencia es su madre y cuyo máximo deseo es estar con ella (como explicamos en la entrada de ayer).
El periodo de adaptación existe (o debería existir) para que un niño llegue a ver la guardería en la que pasará el resto del año, o más, como un sitio familiar y seguro. Un sitio en el que mamá entre dos horas es seguro, porque está mamá. Al día siguiente deja de serlo, porque ya no está mamá, y claro, de familiar, pues aún no tiene nada. Si el tercer día, además, tienes que pasar más rato, pues peor me lo pones.
Si yo tuviera una guardería (que no la tengo, ni tengo previsto tenerla), pondría un periodo de adaptación ilimitado, dejando a los padres marcharse cuando quisieran, solos o con el niño, tantas veces como hiciera falta y tantos días como el niño necesitara.
Pero claro, ésta sería mi escuela infantil, en la que las cosas se harían pensando en los niños (sobretodo en ellos). Quizás una utopía difícil de crear, en un mundo que no entendería demasiado este modo de actuar.
Además, por desgracia, los periodos de adaptación vienen limitados por las vacaciones de los padres, que suelen estar trabajando o a punto de empezar cuando el niño entra en la guardería y los días para ir con el niño a hacer la mencionada adaptación no son demasiados. Quizás, pensando en ellos, valdría la pena mover un poco las vacaciones y tener fiesta aún todos esos días que un niño necesita para adaptarse a tamaño cambio.

Mi hijo ha empezado justo en una guarde en Torrelodones esta semana pasada.
Ellas son súper respetuosas, dicen que tienes que ajustarte a cada niño, porque cada niño necesita un proceso y que hacerlo lento no es ni malo ni bueno, es lo que cada niño necesita. Que el niño, para quedarse tranquilo tiene que haber conocido a su figura de referencia, haber estado con ella por lo menos una semana (ellas establecen una hora cada día la primera semana, y aunque el niño se quiere quedar debes irte, ya que así el niño no se sobreestimula y así vuelve con ganas), la posición de la madre debe ser pasiva, para darle a entender que la figura de referencia en ese espacio no eres tú (siempre hay excepciones claro). En la escuelita de Yeray se hace juego libre, las educadoras están en silencio y nos animan a estarlo a nosotros, también es importante sentarse en el suelo, estar disponible. Después se van haciendo pruebas sin avisar al niño, vas al baño etc. Luego ya se le avisa. En mi escuela solo ha llegado a estar cuarto de hora solo...luego se va aumentando...y si se ve que se ha ido deprisa, se vuelve para atrás (siempre que la madre o padre o quien sea pueda permitírselo claro)
También aceptan que la separación es dolorosa (para ambos) y no reprimen el dolor, explican las emociones y la situación al niño...
En fin, 
con sentido común...
con tacto...
y si, 
también es un proceso para nosotras las madres,
y lo necesitamos.

En mi caso, Cuando Leti iba a empezar con mi hija estuvimos unos 17 días de adaptación, íbamos a su casa para que conociese poco a poco a Leti, el ambiente, etc.
 En la actualidad en el nido del colibrí estamos también haciendo una adaptación personalizada, hemos empezado hoy, mi pareja y yo hemos estado con ella en la buhardilla 3 horas, mañana ya la acompañaré yo sola y en días sucesivos podré irme al trabajo, que lo tengo a 5 minutos, algún rato si vemos que ella lo acepta sin problema. El periodo puede durar dos semanas, pero dependerá de cada bebé. Algunos bebés ya no están acompañados por los padres, otros padres se van a media mañana y el bebé se queda allí un rato más.
 Les solicité, para el resto del año, como trabajo tan cerquita, poder acercarme a darle pecho unas dos veces cada mañana y lo han aceptado gustosamente.
 

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